Máxima no falla: la esposa argentina del rey de los Países Bajos volvió a deslumbrar este martes en un banquete que la reina de Inglaterra, Isabel II, ofreció a los monarcas holandeses. Se trata del viaje de Estado que un monarca de Holanda realiza a Gran Bretaña en más de 36 años, por lo que el Palacio de Buckingham, hogar de Isabel, se vistió de gala.
El rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima llegaron este martes por la mañana a Londres, donde fueron recibidos por el príncipe heredero británico, Carlos, y su esposa Camilla. En el Horse Guard esperaba la reina Isabel, de 92 años, con un desfile y revista militar en honor a su "colega" holandés con la participación de más de 1.000 oficiales.
Las relaciones entre la monarquía británica y la casa holandesa de Orange son muy estrechas desde que la reina María II se casara en el siglo VII con el holandés Guillermo de Orange. Siglos después, en plena Segunda Guerra Mundial, los reyes ingleses recibieron como huesped a la reina Guillermina de Holanda, que acababa de exiliarse a causa de la invación nazi.
Un desfile de impresionantes carruajes, escoltados por la guardia real, transportaron luego a los monarcas al Palacio de Buckingham, donde Guillermo y Máxima se hospedarán en lo que dure su viaje de Estado. Se siguió el mismo protocolo que había regido durante el viaje de la reina Juliana, en 1972, y de su sucesora, la reina Beatriz, en 1982.
Por la noche, el palacio se vistió de sus más grandes galas y sacó la vajilla dorada del siglo XIX para un banquete de Estado ofrecido por la reina Isabel a Guillermo Alejandro y al que asistió la primera ministra británica Theresas May. Además asistieron varios miembros de la familia real, entre ellos la duquesa de Cambridge, que utilizó para la ocasión la "Tiara de los Amantes de Cambridge" creada en 1914.
Por su parte, con Máxima, regresó a Gran Bretaña la histórica Diadema Stuart, cuyo diamante principal, de 39,75 quilates, perteneció a María II y Guillermo III de Inglaterra. Tras la muerte de esa monarca, la piedra fue devuelta a sus parientes holandeses en 1702, pese a los reclamos de la hermana y sucesora de María, la reina Ana.
Después de su regreso a los Países Bajos, el diamante fue colocado en varias joyas diferentes de la Casa de Orange, incluido un collar colgante para la princesa Guillermina y luego un broche, antes de volver a formar parte de un collar para la reina Emma en 1879.
La reina Guillermina finalmente ordenó diseñar una impresionante tiara con el diamante Stuart en 1897, para su entronización el año siguiente. Los joyeros "Eduard Schürmann & Co" crearon la tiara con hasta 900 diamantes. Las reinas Juliana y Beatriz llevaron esta tiara a Londres durante sus respectivos viajes para lucirlo en las galas reales. Este martes, en el banquete, la reina Máxima lució la enorme tiara con un vestido azul con mangas transparentes.
D.S.