Al paro total de colectivos de corta y media dispuesto por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de este viernes, se le sumó una sorpresiva huelga de empleados jerárquicos del Tren Sarmiento. Aunque la medida de fuerza ferroviaria ya se levantó, el contexto generó que viajar en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se convirtiera en una odisea.
A lo largo de la mañana de este viernes, millones de pasajeros buscaron formas alternativas para trasladarse y poder llegar a sus trabajos, estudios y compromisos. Incluso, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires optó por flexibilizar algunas reglas en el territorio porteño para facilitar la circulación de las personas, como no cobrar estacionamiento medido de vehículos y hacer gratuitos, hasta el fin de la protesta de la UTA, los peajes de las autopistas y el servicio de Ecobici.
También se añadió, en el marco de las protestas, un corte de choferes de la línea 60 en la Autopista Panamericana a la altura de la localidad bonaerense de Ingeniero Maschwitz, en continuidad con la jornada de paro de colectivos de 24 horas en el AMBA y que también se desarrolla en las provincias de, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, Formosa y Tucumán.
Según había asegurado el gremio que conduce Roberto Fernández, en los distritos mencionados "se verificaron los incumplimientos en empresas de los pagos de aumentos salariales y habrá paro".
"Nosotros entendemos a los pasajeros, pero ellos nos tienen que entender a nosotros. No estamos haciendo un paro, sino una retención de tareas, porque queremos cobrar el sueldo que hemos acordado meses atrás y que lamentablemente los empresarios nos tienen como rehenes", manifestó Fernández, al mismo tiempo que acusó a "un puñado de empresarios" de tener "de rehenes a los usuarios y a los trabajadores".
Sin embargo, otra de las medidas que se tomaron por los múltiples inconvenientes que generó la protesta sindical fue que en las escuelas no se computó la falta de los estudiantes que no puedan concurrir a clases.
El subte fue la primera alternativa para la mayoría de los usuarios de colectivos que se quedaron a pie, pero no todos los pasajeros sabían del paro de colectivos, y muchos fueron sorprendidos por el corte de servicio del Sarmiento. Entre una de las historias que se conoció, un joven le dijo a Clarín que "desde la 1 de la mañana trataba de viajar desde Liniers" ya que salía de trabajar en un restaurante. "Esperé dos horas porque no decían nada que no había trenes. Voy hasta Moreno", contó.
Otro de los damnificados fueron los que llegaron en los trenes de la las líneas Roca y Mitre al territorio porteño y luego no pudieron combinar con los colectivos. Los que sabían del paro, coordinaron con otros compañeros de trabajo para ir en auto o contratar una combi, organizando así opciones para sortear el corte.
Las imágenes que dejó el paro de colectivos
FP CP