SOCIEDAD
HISTORIAS DE DICTADORES

Hace 30 años, el "heavy metal" ayudó a derrocar a uno de los peores dictadores de América Latina

"Guns'N'Roses" y "The Doors" jugaron papeles protagonistas en el derrocamiento del general y narcotraficante panameño Manuel Noriega a finales de 1989.

Manuel Antonio Noriega, exdictador de Panamá
Manuel Antonio Noriega, exdictador de Panamá (1934-2017) | CEDOC

Hace 30 años, en vísperas de la Navidad de 1989, Estados Unidos logró derrocar y detener al presidente de Panamá, el general y presidente de facto Manuel Antonio Noriega (1934-2017), gracias al heavy metal. Apodado “Hombre Fuerte” del país centroamericano, Noriega pasó ese año de ser uno de los dictadores latinoamericanos más nocivos del siglo XX a un criminal que pasó las últimas tres décadas de su vida en distintas cárceles de máxima seguridad. 

Estricto militar panameño, Noriega escaló dentro de las fuerzas militares panameñas hasta llegar a lo más alto, desde donde apoyó al general Omar Torrijos, fallecido en un misterioso accidente de avión en 1981. A partir de entonces, Noriega, como jefe de los servicios de seguridad e inteligencia, se convirtió en el hombre fuerte del país. Protegido de la CIA desde los años 50, durante los seis años que gobernó (1983 a 1989), ejerció una brutal represión a los opositores de su gobierno. El ejemplo más claro fue la desaparición y posterior decapitación del popular opositor Hugo Spadafora, en 1985.

El reinado del narcotráfico

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Manuel Antonio Noriega, exdictador de Panamá

Sin embargo, serían los millones que amasó en el negocio de las drogas lo que lo condenaría. En 1988, tras una investigación de la agencia antidrogas estadounidenses (DEA), un tribunal de EE.UU. lo acusó de narcotráfico. Un año después, en diciembre de 1989, tras unas fraudulentas elecciones y un intento fallido de golpe de Estado, el presidente George Bush (padre) dio la orden de comenzar el bombardeo contra Panamá, la conocida como Operación Causa Justa, para tratar de capturar a Noriega.

El dictador era acusado de aceptar 4,6 millones de dólares en sobornos del cártel de Medellín a cambio de colaboración en el tráfico de cocaína y el lavado de dinero, protección a laboratorios para el procesamiento de drogas y ayuda a narcotraficantes para eludir la acción de la justicia. Además, se lo acusaba de permitir el uso de Panamá como puente para el tránsito de la cocaína hacia EEUU, de utilizar su posición, antes y después de convertirse en hombre fuerte de Panamá, para proteger el tráfico internacional de drogas.

Las acusaciones en conta de Noriega incluían, además, organizar el tráfico de productos químicos utilizados en la fabricación de cocaína, lavar dinero procedente del cártel de Medellín en bancos panameños, permitir a líderes del cártel a realizar sus actividades a Panamá, conspirar para importar y distribuir marihuana; intentar importar más de 700.000 toneladas de marihuana, y aceptar un soborno de un millón de dólares de narcotraficantes.

Operación Causa Justa

Manuel Antonio Noriega, exdictador de Panamá

El 20 de diciembre, parte de las tropas estadounidenses del Comando Sur, reforzadas por 12.000 soldados llegaron al Canal para dar el golpe: en unas horas, 80 personas murieron y centenares resultaron heridas. En la operación participaron 24.000 hombres, que fracasaron en primera instancia en su principal objetivo: la captura del general Noriega. Este, hizo frente a las tropas de Bush con 15.000 miembros de las Fuerzas de Defensa panameñas y los 10.000 de las milicias populares.

Vencido, el 24 de diciembre Noriega se refugió lastimosamente en la residencia del nuncio papal en Ciudad de Panamá, y durante dos semanas el Vaticano se negó a entregar a su distinguido huésped mientras miles de panameños se lanzaron a las calles, la mayoría para reclamar su entrega, y una buena parte para linchar a Noriega a su salida. La nunciatura se vio inmediatamente rodeada de tropas estadounidenses perfectamente armadas, pero la “bestia negra” se negó a entregarse, por lo que el ejército decidió usar una vieja táctica de guerra psicológica.

Los estadounidenses conectaron los altavoces a la transmisión del Southern Command Network, la emisora militar estadounidense en Centroamérica. Inicialmente la estación radial no fue consciente de la naturaleza de la operación y durante los primeros dos días reprodujeron una lista de canciones navideñas, tal como estaba programado. Sin embargo, el 27 de diciembre un comando del ejército llamó a la emisora para explican el plan.

La lista de reproducción de las tropas (a un volumen imposible de soportar por cualquier ser humano) estuvo a cargo de la Southern Command Network: I Fought The Law de The Clash, Panamá de la banda de rock hard Van Halen, All I Want Is You de U2 y If I Had A Rocket Launcher de Bruce Cockburn. Guns'N'Roses y The Doors jugaron papeles protagonistas. La lista completa se ha guardado para la posteridad en el Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington y parte de ella está disponible en YouTube.

Hartos del ruido “infernal” que se oyó durante tres días y tres noches, la Santa Sede decidió dar el brazo a torcer y y la guerra musical se detuvo. Para el 3 de enero de 1990, el general, que se decía que era un amante de la ópera, había aceptado rendirse. La nunciatura emitió un comunicado en el que se informaba que a las 20.50 horas el militar tomó la decisión de "dejar por su espontánea voluntad la residencia de la representación pontificia para presentarse al comando de las fuerzas armadas norteamericanas de estancia alrededor de la misión diplomática".

"El reinado del terror ha terminado", anunció Bush cuando supo la rendición del dictador.