SOCIEDAD
Efemérides 6 de octubre

Hace 71 años, Stalin anunció que la URSS tenía una bomba atómica: desde entonces no paró

El bloque soviético llegó tarde a las armas nucleares porque Stalin, que temía morir envenenado, desconfiaba de todos, hasta que vio el hongo de Hiroshima. Recién entonces dispuso 460.000 expertos a trabajar en el proyecto nuclear, que nunca se detuvo.

Bombas nucleares rusas.
Bombas nucleares rusas. | AFP

El 6 de octubre de 1951 Joseph Stalin anunció que la Unión Soviética tenía la bomba atómica. Sonaba a amenaza y lo era. Pero también ya era tarde. Con materia gris y espionaje, los rusos recuperaron el tiempo perdido. El 6 de agosto de 1945, las tropas estadounidenses, sin previo aviso, arrojaron una bomba nuclear con 63 kg de uranio sobre la ciudad de Hiroshima. Era Little Boy.

Todo fue oscuridad, piedras y muros que volaban por el aire, casas enteras que se despedazaban en astillas, vidrios pulverizados, puertas enteras tragadas por las bocas del fuego, antes de que un agrio humo negro asfixiara a los que aún tenían vida. Unas 80.000 personas murieron en ese mismo instante.

En el epicentro de Hiroshima, el suelo ardió a 1.000.000º C, pero la bola de fuego irradió en un diámetro de 280 metros, a 3.500 ºC. En ese mismo instante, el 90% de la población murió calcinada, en un radio de medio kilómetro. 

Sitio de Pruebas Semipalátinsk, en Kazajistán 20221005
La URSS realizaba sus pruebas atómicas en el Sitio de Pruebas de Semipalátinsk, en Kazajistán.

A 1,5 km del epicentro, murió el 35% de la población; a 2 km del centro, murió el 10% de la población. La destrucción completa de la ciudad se expandió en un radio de 2 kilómetros del epicentro.

El 9 de agosto, otra detonación nuclear, otra bomba cayó del cielo y estalló, en Nagasaki.

El presidente de Estados Unidos, Harry Truman, dijo que el objetivo había sido destruir las instalaciones militares japonesas –que ya estaban destruidas, por cierto-. Tres días más tarde, la bomba de plutonio sobre Nagasaki mató a 50 mil personas de forma instantánea. 

Sumando las víctimas instantáneas y las que murieron durante los años siguientes, con las secuelas de la radiación, las víctimas mortales que dejaron las dos bombas atómicas de 1945 alcanzaron las 250.000 víctimas, todos civiles e indefensos. 

Sitio de Pruebas Semipalátinsk, en Kazajistán 20221005
Sitio de Pruebas de Semipalátinsk, hoy museo. Se cerró en 1991, cuando Kazajistán devolvió su armamento nuclear soviético a Rusia.

Esos dos bombardeos aceleraron el fin de la Segunda Guerra Mundial y el comienzo de la Guerra Fría, una confrontación silenciosa y persistente entre el bloque soviético uno de los episodios finales de la Segunda Guerra Mundial, pero también un evento que abrió las puertas a una larga confrontación entre Estados Unidos y sus aliados y el bloque soviético

La violencia no siguió escalando porque la URSS no tenía con qué hacerle frente, no había obtenido aún buenos resultados en el programa nuclear que Igor Kurchátov había iniciado, en 1942, por orden de Stalin, cuando el líder del bigote oyó de boca de sus espías que Alemania, el Reino Unido y EEUU estaban trabajando en desarrollar un arma atómica a la mayor brevedad.

La URSS y la bomba atómica

¿Qué hubiera sucedido si el bloque soviético hubiera tenido la bomba? Nadie quiere imaginarlo. A partir de ese hecho y el anuncio posterior de Stalin, nueve años más tarde, fueron muchas las hipótesis y la literatura publicada al respecto.

Para el ensayista Simon Ings, autor de Stalin and the scientists. A history of triumph and tragedy (Atlantic Monthly Press), a fuerza de tanto temer una traición, Stalin se quedó con las manos vacías. Desconfiaba incluso de sus propios científicos y les retaceaba el acceso a información delicada, esencial y peligrosa.

Stalin 20221005
Josef Stalin.
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Josef Stalin.

Igual que ahora, en plena guerra, Rusia siempre apostó a los avances científicos, que no cesaron de recibir financiación estatal. De hecho, en plena conflicto mundial la psicología soviética hacía punta con nombres como Ivan Pávlov y Lev Vygotski. Sin embargo, pensaba que algunos informes de inteligencia eran “fake news” que circulaban para que la URSS, que también debía combatir grandes hambrunas, invirtiera hasta el último rublo en una carrera armamentística “inútil”.

Sin embargo, algunos rumores eran ciertos.

Stalin, 71 años de la primera bomba atómica

Stalin estaba obsesionado con el contraespionaje y creía incluso que querían envenenarlo. Por eso desconfiaba de todo y de todos.

David Holloway, un historiador de la Universidad de Stanford investigó el tema profusamente y publicó sus conclusiones en Stalin and the Bomb: the Soviet Union and Atomic Energy, 1939-1956 (1995, Yale University Press). Allí sostiene que haber retaceado información vital al físico Igor Kurchátov, puso a Rusia en la cola de la carrera nuclear. Según los archivos secretos que Holloway asegura haber consultado, Kurchátov no apreció el verdadero poder armamentístico de los enemigos hasta 1943, luego de la derrota en la batalla de Stalingrado. 

Dicen que Stalin largaba fuego por los ojos cuando vio las imágenes de las bombas atómicas cayendo sobre Hiroshima y Nagasaki y que en ese mismo momento escribió a Igor Kurchátov para apurarlo: “Si un niño no llora, la madre no sabe qué necesita. Pida lo que necesite. Nada le será negado”, le habría dicho, según asegura el libro de Holloway.

Luego de consultar un documento de la CIA de 1950, el historiador estadounidense calculó que a partir de ese punto de inflexión, en 1945,el proyecto nuclear ruso dirigido por Igor Kurchátov contó con 10.000 físicos y técnicos especializados y dio trabajo a alrededor de 450.000 operarios.

“Si un niño no llora, la madre no sabe qué necesita. Pida lo que necesite. Nada le será negado”, le dijo Stalin al director de su proyecto nucelar cuando vio el hongo de Hiroshima.

La primera bomba con energía nuclear que logró fabricar la URSS fue la RDS-1 (“reactor de misil especial”). Era una copia de la bomba Fat Man que fue arrojada sobre Nagasaki; era de plutonio y no de uranio, como venían desarrollando hasta 1945. La fórmula de Fat man, desarrollada por Estados Unidos en el Proyecto Manhattan, llegó hasta Stalin gracias a un espía doble, el físico alemán Klaus Fuchs, que fue parte del equipo del Proyecto Manhattan. 

Sitio de Pruebas Semipalátinsk, en Kazajistán 20221005
La RDS-1, la primera bomba desarrollada dentro del proyecto nuclear de la URSS.

La primera bomba de plutonio soviética fue detonada el 29 de agosto de 1949 dentro de una torre de 30 metros, en el Sitio de Pruebas de Semipalátinsk, en Kazajistán. Tenía una potencia de de 22 kilotones.

Sin embargo, siguieron trabajando para crear una bomba más pequeña y de mayor rendimiento, que implosionara con núcleos de uranio y plutonio y más potente. Así obtuvieron la RDS-2 y la RDS-3, una más potente que la anterior. La segunda, además, testeada el 18 de octubre de 1951, fue la primer arma nuclear soviética arrojada desde el aire, por un bombardero y la explosión fue aérea.

Stalin y su séquito de cerebros estuvieron muy satisfechos con los resultados y comenzaron a producirla “en masa”. 

Klaus Fuchs 20221005
Klaus Fuchs, el científico alemán que participó del Proyecto Manhattan para desarrollar la bomba de Nagasaki; era espía doble: le pasó a Stalin la fórmula atómica de Fat man.

De todos modos, aprendieron a no quedarse dormidos y siguieron trabajando en el desarrollo de pequeñas bombas nucleares tácticas. Así nació la bomba RDS-4 y posteriormente la RDS-5, idéntica a la anterior, pero con un núcleo compuesto, y la bomba RDS-9, creada para ser disparada acoplada a misiles y/o torpedos.

Al día de hoy, se cree que Vladimir Putin cuenta con 2.000 armas nucleares tácticas pequeñas listas para disparar, cuyo poder de destrucción varía según el tamaño, el alcance e incluso el poder del viento.

En 1955, ya iban por la bomba RDS-37 y volvieron a probarla en el Sitio de Pruebas de Semipalátinsk, que prácticamente desapareció por la potencia de 16 megatones del artefacto.

Cinco años más tarde, moría Igor Kurchátov por la radiación absorbida durante tantos años y sobre todo en el accidente de Chelyabinsk-40, que tuvo lugar el 29 de septiembre de 1957 en Mayak, un sitio de producción de plutonio plutonio para armas nucleares en Mayak. Ese fue el tercer accidente nuclear más peligroso de la historia, detrás del de Fukushima y Chernóbil.


MM/ff