SOCIEDAD
Medios y tecnología

Hackathon, dos jornadas para crear herramientas contra la desinformación

Organizado por la Fundación Perfil, y con el apoyo de la Embajada de Estados Unidos, la experiencia inmersiva tuvo capacitaciones de expertos, presentaciones de proyectos exitosos y una competencia para generar dispositivos y aplicaciones para combatir las noticias falsas en la era de la inteligencia artificial generativa. Los ganadores fueron premiados con 1.500.000 pesos en financiamiento y mentoring profesional.

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Protagonista. Agustino Fontevecchia. | néstor grassi

Fueron dos días de charlas de expertos, de presentaciones de proyectos inspiradores, de aprender técnicas para lograr concretar ideas y, sobre todo, de trabajo en equipo para llegar a un proyecto final que ayude a combatir la desinformación. El Hackathon-Hackeá a la desinformación, organizado por la Fundación Perfil y con el apoyo de la Embajada de los Estados Unidos, reunió a periodistas, programadores y diseñadores que buscaron formas creativas para lidiar con los desafíos asociados a la comunicación y las nuevas tecnologías en el ecosistema digital de medios intervenido con la inteligencia artificial generativa. 

En un entorno ideal, la cúpula de un edificio de estilo sobre Diagonal Norte con vista al Río de la Plata y a la elegancia arquitectónica de Buenos Aires, sucedieron las dos jornadas que concluyeron con el anuncio de los equipos ganadores. 

Con una gran expectativa, el último miércoles comenzó el hackathon con la idea de desarrollar soluciones periodísticas, tecnológicas y estratégicas para combatir la propagación de noticias falsas en el ecosistema digital.  

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Durante la primera jornada se destacaron las presentaciones de Carolina Potocar de Google News Initiative; Pepa Urtizberea de Smart Story AI; Tamar Hahn, quien presentará ONU-Verified como una solución ante la desinformación. Adrián Pino,  por su parte, mostró The Trust Editor, una nueva herramienta que usa inteligencia artificial para ayudar a los editores de medios a identificar inconsistencias y desinformación en las noticias. También expusieron su visión sobre el tema Naimid Cirelli, directora de comunicación de SembraMedia; Marcos Mansuetti de Sueños Digitales y Andrés Snitcofsky, diseñador gráfico y experto en visualización de datos en visualizando.ar.

Desde el distendido espacio de trabajo Workey, La Cúpula, Agustino Fontevecchia –director digital de PERFIL– abrió la primera jornada. “Existe una desagregación de los medios de consumo a través de feeds, principalmente buscadores. Estamos en una etapa de redes sociales que democratizan el consumo de información, al bajar el costo de comunicar y le permiten a cualquiera que tenga capacidad de ser viral posicionarse y tener el mismo peso que los antiguos medios de la información”, dijo. “No es algo malo necesariamente –advirtió–, pero al mismo tiempo esto permite que actores conocidos y desconocidos hablen directamente sin filtro, y que digan cosas falsas o medias verdades que la audiencia toma como real”, explicó.

Por su parte, la agregada de prensa de la embajada estadounidense, Rachel Greenley, se mostró “orgullosa y entusiasmada” por el evento. “Es un paso importante en el objetivo que es luchar contra la desinformación. Es un desafío que se vuelve cada vez más necesario con el avance de la IA”, dijo.

Para idear respuestas creativas, los asistentes contaron con la capacitación en herramientas de inteligencia artificial para potenciar las redacciones digitales de la mano de especialistas en el tema. Una de ellas fue Carolina Potocar, capacitadora de Google News Initiative.

“Las herramientas brillan cuando las usan las personas; si las usamos para cosas positivas, van a brillar muchísimo más”, opinó. Además, dio detalles de las herramientas de acceso público que ofrece Google, como Pinpoint, Fact check explorer y OCR (Reconocimiento Óptico de Caracteres).

Las charlas fueron parte de una programación –a cargo de Proyecto Desconfío– que tuvo como eje central que los equipos de trabajo discutieron ideas sobre cómo innovar en la lucha contra la desinformación en el contexto de la inteligencia artificial generativa ayudados por mentores especializados. 

En el primer día también presentó una iniciativa la directora del centro de información de las Naciones Unidas, Tamar Hahn, quien habló de ONU-Verified como una solución ante la desinformación, que busca capacitar a las audiencias sobre la materia.

También dio su visión Naimid Cirelli, a cargo de la dirección de comunicación de SembraMedia, cuyo foco es apoyar la sustentabilidad de los medios a través de herramientas. “La necesidad de la credibilidad del periodismo hoy está en riesgo. Es necesario dar estos debates y generar acuerdos con las audiencias para que lo valoricen y lo defiendan”, dijo a su turno.

Por su parte, Marcos Mansuetti, de Sueños Digitales, contó cómo se le ocurrió la iniciativa para crear un producto digital que muestra a todos los medios en una pantalla en tiempo real.  En cuanto a la desinformación opinó: “Estamos en una situación crítica, y el compromiso tiene que ser de todos”.

Andrés Snitcofsky, diseñador gráfico y experto en visualización de datos en visualizando.ar, dio consejos sobre cómo abordar un proyecto original desde el plano gráfico. “Lo que hay que pensar es quién es nuestra audiencia. Ver qué otras cosas hay similares a lo que queremos hacer y qué audiencias tienen esos productos o experimentos”, indicó.

La segunda jornada. La desinformación es una problemática que con la irrupción de la inteligencia artificial creció exponencialmente, un escenario que exige respuestas creativas y conjuntas, desde el distendido espacio de trabajo Workey, La Cúpula, en la icónica Diagonal Norte de la Ciudad de Buenos Aires, marcó el inicio de la segunda jornada Soledad Arreguez, de Proyecto Desconfío, quien mantuvo la dinámica entre el trabajo en equipo y las charlas.

 La primera oradora del jueves fue Florencia Coelho, de La Nación, quien presentó varias herramientas de inteligencia artificial que usa en su trabajo diario. También resaltó la necesidad de “cooperar a nivel internacional” para lidiar con la IA generativa en las redacciones, a la que consideró como “la más peligrosa”, ya que puede generar “alucinaciones, errores y sesgos”. “Puede ayudar para investigar, pero hay que chequear todo”, recomendó.

Por su parte, Andrés Serbin resaltó la importancia del trabajo en equipo para encontrar soluciones a problemas particulares asociados a la desinformación. “Hay una intencionalidad detrás de la desinformación acompañada de la estructura de un grupo”, dijo.

La desinformación, un problema global. Sin duda, una de las disertaciones que provocaron debate fue la de James Rubin, enviado especial de Estados Unidos y coordinador del Centro para la Participación Global, un organismo del Departamento de Estado dedicado a combatir la desinformación como herramienta de propaganda. 

Rubin, que además de ser columnista y locutor acumula 35 años como diplomático, viajó a Buenos Aires para participar de la segunda jornada de hackathon. “Desde mi lugar de funcionario de los Estados Unidos que trabaja en cuestiones de seguridad, integridad de la información y lucha contra la desinformación, yo no creo que los gobiernos tengan la función de decidir qué es cierto y qué no”, apuntó.

El funcionario, en tanto, marcó la postura del gobierno estadounidense respecto de los desafíos que presentan las nuevas tecnologías y el uso de la desinformación como herramienta para hacer política, con énfasis en el avance de “gobiernos autoritarios que utilizan la desinformación” para “llevar adelante sus propios objetivos políticos”.

Como no hay manera de regular o limitar el uso de estas herramientas, Rubin insistió en la necesidad de que cada país, tanto a nivel gubernamental como desde la sociedad civil, haga hincapié en transparentar “el origen de la información”, para que llegue de manera adecuada a las audiencias que en la actualidad son permeables a todo tipo de contenido en las redes sociales, esté chequeado o no. De tal forma que el sistema de información permita que ésta sea un dato que “esté disponible cualquier persona pueda conocerlo”. Rubin detalló que Estados Unidos está trabajando en el armado de una coalición de países para combatir la desinformación desde la óptica bélica que conlleva la problemática para algunos países, según especificó. “Estamos armando una coalición de países para luchar contra la desinformación como lo hicimos para luchar contra ISIS o al Qaeda”.

Los premiados. El segundo día terminó con la entrega del premio. El jurado –integrado por Álvaro Liuzzi, consultor de medios digitales; María José Bonacifa, editora general Perfil.com; Andrés Serbin, presidente de Cries; Andrés D’Alessandro, director ejecutivo de la Asociación de Entidades Periodísticas de la Argentinas (Adepa), y Chani Guyot, editor y fundador de @redaccioncomar– escucharon las presentaciones de los equipos participantes y deliberaron para elegir a los tres mejores.

El equipo ganador del premio de 1.000.000 de pesos fue el creador de Checknet, una propuesta para mitigar la desinformación en tiempo real. El segundo premio de 250 mil pesos lo ganó el proyecto Contraverso. El tercer lugar fue compartido entre dos proyectos: Good News y Notiplus. Para ese puesto también había destinado 250 mil pesos que, en este caso, se dividirá.

Los motivos del jurado, en palabras de Andrés D’Alessandro, tuvieron que ver con cómo fue elaborada la propuesta y el aporte que hace el grupo para intentar combatir la desinformación.