“Egresé como médica en la UBA y soy especialista en ginecología y obstetricia. Ahora estoy completando Medicina Reproductiva. Recién terminada la especialidad de ginecología y obstetricia, nació mi segundo hijo. Durante el primer mes que me tomé de licencia, descanso y apego, descubrí Instagram. Antes no entendía cuál era la utilidad de esta aplicación, hasta que me encontré con que era una red social con un potencial enorme para llegar a muchísimas personas de todas las edades y partes del mundo”.
Quien cuenta esto es Melisa Pereyra, que contesta consultas de sus 388 mil seguidores en la cuenta @gineconline con un lenguaje profesional pero con desparpajo y, sobre todo, sin eufemismos. “Comencé consumiendo cuentas sobre maternidad, con un bebé recién nacido fue lo más lógico. Ahí fue cuando pude ver la cantidad de gente que interactuaba con esa información, brindada a veces por profesionales y muchas otras no. Está bueno compartir experiencias, consejos, interactuar con personas que estén atravesando la misma etapa de nuestras vidas o para acompañar a un ser querido u otras personas”, detalla la profesional, que además atiende consultas en su práctica particular y se encuentra con muchas coincidencias a la hora de responder inquietudes de jóvenes y no tanto.
Con la ley de educación sexual integral (ESI) en discusión sobre su aplicación y, sobre todo, el anonimato que da el acceso a las redes para quienes preguntan, cada vez más se hacen consultas sobre sexualidad: se habla sobre enfermedades de transmisión sexual, sí, pero también de otros temas: masturbación femenina y masculina, menstruación, derecho al goce, entre otros temas. Como Pereyra, otros profesionales se convirtieron, así, en ‘instagramers del sexo’, pero todos responden desde el conocimiento y la experiencia que les dan sus títulos de médicos, psicólogos y sexólogos.
Las estadísticas de las cuentas de Instagram expresan que más del 90% de quienes siguen las cuentas son mujeres, y la edad promedia entre 18 y 40 años, aunque hay una gran variedad. Respecto de los números, Cecilia Canzonetta (@lic.ceciliace) cuenta: “Entre mis seguidores, tengo un 75% de mujeres y un 25% de hombres. Me doy cuenta igual de que hay mucha gente que me consulta, que mira mi Instagram pero no me sigue, como una cuestión de no quedar escrachados de que me siguen. El promedio de edad fuerte es de 25 a 35. Las personas que me vienen a ver a mi consultorio tienen entre 20 a 40 años, y muchas chicas de aproximadamente 20 años”.
También se sorprende de su crecimiento en las redes: “Fue todo bastante sorpresivo porque yo ahí empecé a hacer despedidas de soltera, charlas grupales y a atender. Me empezaron a llegar muchos pacientes de sexología, lo cual estuvo bueno, fue muy rápido y empecé como a armar un libreto y en octubre de 2018 moví bastante las redes. Así empezó el ‘Beer sex’, un show muy espontáneo en un barcito cerca de mi casa. Es una clase de educación sexual, estoy muy orgullosa de ese proyecto”, agrega.
Sol Ferreyra (@sol_despeinada), médica y docente universitaria de la UBA, agrega: “Lo que más impacta es la herramienta de poder ordenar y recopilar testimonios de forma anónima y usar la cuenta como un puente para que todas y todes estemos comunicades entres nosotres mismes. Empecé a hablar sobre temáticas relacionadas al aborto, misoprostol, tasa de mortalidad materna, etc., y me di cuenta de que a la gente no solo le interesaba, sino que lo que más le interesaba era la forma además del contenido. Siempre me gustó todo lo relacionado a redes sociales y también la docencia (que hace siete años que hago). Me di cuenta de que me resultaba interesante manejar estas dos herramientas, que me conmovía. Empecé a hacer historias y subir publicaciones y agregué otras temáticas como métodos anticonceptivos, ITS, etc. Cuando me di cuenta, mi cuenta ya tenía un área bien definida que estaba lejos de ser lo que fue al principio: una cuenta personal típica. En el medio de esa transición surgió la charla TEDxUBA y en ese marco la cuenta empezó a crecer”.
Espacios
Los instagramers ganan cada vez más adeptos y han encontrado la manera de trasmitir la libertad y las experiencias juveniles con una interacción directa. Al respecto, Walter Ghedín, médico psiquiatra y sexólogo dice:“Los influencers cuentan cosas comunes a todos que ayudan a que los seguidores se identifiquen y quieran saber más de ellos”.
Respecto de la información que se sube a la red, Ferreyra agrega: “Lo interesante es la forma que uso para mostrarlo, es decir, a cada texto le pongo una cara, una voz y un tono a ese texto que se manda. Esto es muy importante a la hora de recibir un relato. Después también hago historias sobre alguna temática más compleja: sífilis, HIV, etcétera”, detalla.
“Me parece que es un signo de la necesidad que hay de información sexual y reproductiva que no se encuentra en las instituciones, entonces no nos queda otra que brindarnos esa información entre nosotres mismes. Es necesario implementar la ESI”, completa. Al respecto, su colega Canzonetta asegura: “Las problemáticas que me consultan son las mismas que veo en el consultorio, que es como una radiografía social. Debo recibir cien mensajes diarios de consultas”.
Hablemos de todo
Interrupción legal del embarazo. Enfermedades de transmisión sexual. Mitos y verdades a la hora de usar el preservativo. Qué hacer cuando no se sabe cómo enfrentar un embarazo. De estos y otros temas habla la cuenta de Instagram del programa Hablemos de Todo, que el Instituto Nacional de la Juventud maneja dirigido a adolescentes y jóvenes. Además, en la web del programa hay posibilidades de recibir respuestas directas, a través de un chat anónimo que funciona de lunes a viernes de 9 a 20 y fines de semana desde las 14 hasta las 20.