Un grupo de investigadores argentinos que trabaja para combatir el impacto de la desinformación en medios y redes sociales detectó que los adultos mayores de 60 años son los más afectados por las campañas de noticias falsas que circulan a través de WhatsApp. El consumo de mensajes engañosos y el desconocimiento de recursos para poder detectarlos motivó un estudio de campo que se inició en este mes de mayo con el fin de alertar sobre las consecuencias de la desinformación en esta población adulta y a aportar herramientas para poder combatirla.
La investigación, que se inició en un momento en que toda la población aumentó el consumo y la búsqueda de información sobre la pandemia de Covid-19, partió de los datos de un informe que la Universidad de Princeton publicó recientemente y que detectó que los adultos mayores tienen más probabilidades de compartir noticias falsas. En ese estudio los investigadores estadounidenses identificaron el aumento de usuarios hombres y mujeres de más de 65 años en Facebook y concluyeron que en esa red social los usuarios de mayor edad compartieron más del doble de artículos de noticias falsas que el grupo de edad más próximo (de 45 a 65 años), y casi siete veces más que el grupo de edad más joven (18 a 29).
Permiso para salir: el virus ya discrimina a los adultos mayores
El hallazgo impulsó al grupo de investigadores de Proyecto Desconfío y del Centro de Estudios sobre Medios y Sociedad (MESO) en Argentina a buscar evidencia científica sobre el fenómeno de la desinformación en el grupo de usuarios mayores de 60 años que buscan, consumen y comparten noticias en WhatsApp en el país. De la propuesta también participa la editora de Perfil, Úrsula Ures Poreda que se suma al equipo con su experiencia en medios y consumo de noticias.
Es la primera iniciativa que estudia cómo se distribuyen las noticias a través de WhatsApp, la plataforma de mensajería más popular en la Argentina. El estudio ya se inició y en este momento se están desarrollando entrevistas y armado de grupos focales. Pese a los desafíos que imponen las restricciones del aislamiento preventivo y obligatorio, ya superó una etapa preliminar que permitió contactar a un sector de usuarios de noticias que suele quedar fuera del mapa de la mayoría de las iniciativas a pesar de que es uno de los más afectados por las campañas de desinformación.
La iniciativa surgió en el marco de Tech Camp Argentina, un encuentro que el año pasado reunió a periodistas, académicos y expertos en tecnología para generar proyectos que hagan frente al problema de la desinformación, organizado conjuntamente entre la Embajada de Estados Unidos y la Asociación de Entidades Periodísticas de Argentina (ADEPA).
Guía de buenas prácticas
La investigación aspira a crear “una tipología de las prácticas de usuarios en relación a la información que reciben y difunden” a través de la plataforma de mensajería más usada en la Argentina y según precisó Adrián Pino, director del proyecto de investigación, otra de las intenciones del trabajo es “poder generar una guía de buenas prácticas para usuarios mayores de 60 años que servirá para acompañar futuras capacitaciones”.
“Buscamos aportar conocimiento que permita idear soluciones que contribuyan a combatir las campañas de desinformación que perjudican especialmente a este sector de usuarios de noticias”, aseguró Pino, y con el mismo énfasis remarcó la importancia de promover una mirada crítica sobre el fenómeno de la desinformación en toda la conversación pública. “Queremos entender qué hacen los adultos mayores con la información que reciben por WhatsApp de manera de idear mecanismos para fortalecer sus habilidades en la detección de piezas de desinformación”, agregó el investigador entrerriano. .
En ese sentido, Soledad Arréguez, responsable de Programas Educativos del grupo, señaló que el aporte de esta investigación también buscará, una vez que se complete en sus diferentes etapas y se elaboren sus conclusiones, que los informes finales “puedan sentar las bases de un estudio que pueda escalar y ser replicado” en otros países que tienen poblaciones de adultos mayores vulnerables y expuestos a consumir y compartir noticias falsas que se viralizan a través de redes sociales y en especial en esta plataforma que ya superó los 2.000 millones de usuarios en todo el mundo.
ED