La que ayer terminó no fue una de las mejores semanas para el Gobierno. Y no lo fue para Macri ni tampoco para María Eugenia Vidal, quien hizo trabajar horas extras a su equipo para contrarrestar con una acción pública su criticada frase acerca de la poco necesaria existencia de las universidades en el Conurbano ya que los pobres no acceden a ellas.
También se produjo lo que el oficialismo intuía podía suceder en el Senado donde la oposición casi en su conjunto logró frenar el tarifazo que obligó al anunciado veto presidencial, el quinto en lo que va desde que en diciembre de 2015 asumió como Presidente. Quizás el único momento grato como primer mandatario lo tuvo esta semana cuando visitó en el predio de Ezeiza a las jugadores de la Selección argentina junto a su hija Antonia, quien no podrá estar con su padre en Rusia para ver partido alguno ya que, en medio de la situación económica, Macri anunció que no viajará al Mundial y prohibió que tampoco lo haga ninguno de sus ministros. En caso de que Argentina llegase a la esperada final, se supone que podría haber alguna modificación a esta “medida de austeridad”.
Incógnita. En medio de toda la coyuntura, el domingo 27 a las 13.40, Juliana Awada partió rumbo a París en el vuelo 229 de Air France. No se sabe si el destino final fue la capital francesa o alguna otra ciudad gala o incluso Mónaco, lugar donde vive Bruno Barbier, su ex pareja y padre de Valentina, su hija mayor, quien según una de las versionas habría viajado junto con Awada.
Dos en un mes. Consultados por PERFIL la secretaria de Awada y Prensa de Presidencia acerca de este viaje en ambos confirmaron el destino y aclararon que fue “de carácter no público, el pasaje lo pagó ella y no llevó custodia ni nada. Y no hay nada más que informar.” Es decir, que salvo que se filtre alguna imagen en las redes, no se dará imágenes oficiales de ninguno de los cuatro días que Juliana Awada pasó en París.
Este es el segundo “viaje secreto y privado” que la primera dama realiza con un mes de diferencia. El anterior había sido a Río de Janeiro junto a su madre Pomi Awada en ocasión del feriado de fines de abril donde a su vez, Mauricio Macri se fue de descanso a Chapadmalal.
Ayer pasadas las 8 de la mañana Juliana Awada regresó a Buenos Aires en el vuelo 228 también de Air France. Y según informó ayer por la tarde el sitio online del diario El Liberal, ella y hija Antonia habían aterrizado a las cuatro de la tarde en las Termas de Río Hondo. Ambas se alojaron se en el Hotel Amerian Carlos V donde luego se reunirían con Macri.