El movimiento por los derechos de los gays inició esta mañana una campaña para lograr la legalización del casamiento entre personas del mismo sexo.
A las 9.30, María Rachid y Claudia Castro -dos destacadas activistas lesbianas- se presentaron en el Registro Civil ubicado en Uruguay 753 con la intención de casarse con todas las de la ley. Sin embargo, su petición fue denegada.
"La persona que nos atendió dijo que a ella personalmente le encantaría, pero que el Registro Civil intepreta que no se puede", indicó Rachid al salir del Registro.
Rachid denunció "la discriminación que siempre duele de parte de los sectores conservadores que antes se opusieron a la Ley del Divorcio".
" Lo que hacemos es un acto de amor", dijo Castro, en referencia a la jornada de hoy, el Día de los Enamorados. Luego, se dieron un beso en la boca.
Las activistas no se quedan conformes con la unión civil, a la que consideran limitada geográficamente y también a nivel derechos. Pretenden, como cualquier pareja, obtener todo el reconocimiento legal, sin discriminación alguna.
Como se les rechazó esta posibilidad, presentarán un recurso de amparo ante un juzgado de familia. Están dispuestas a llegar a la Corte Suprema o a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que se declare inconstitucional la ley que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Hace 7 años que Rachid y Castro conviven y se unieron civilmente. Son dirigentes de La Fulana, un organización que lucha por los derechos de los gays y que junto a 20 grupos, forman parte de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans.
Con el apoyo de María José Lubertino, titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, y de abogados y militantes, las dirigentes de Fulana prepararon una presentación de 50 páginas donde se justifica por qué la prohibición del matrimonio entre personas de igual sexo es discriminatoria, anticonstitucional y violatoria de los tratados internacionales a los que suscribe la Constitución Nacional.