SOCIEDAD
DEBATE EN CHILE

La desgarradora historia de la joven de 19 años que quiere morir: “Sólo pido descanso”

Ella asegura que su cuerpo está "desgarrado" por una enfermedad sin diagnóstico y pidió ayuda a la presidenta Bachelet.

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El diagnóstico de "trastorno degenerativo no descrito" no hizo nada por aliviar a Paula. | Twitter / DescansoParaPau

Paula Díaz Ahumada tiene 19 años y es víctima de una enfermedad no diagnosticada que le genera fuertes dolores. “Tiene tanto dolor que solo quiere morir”, según su hermana. Su deseo de no continuar sufriendo la llevó incluso a apelar a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, para que se autorice su eutanasia. El asunto generó conmoción y un debate social en Chile que dio como resultado que el 68% de los chilenos se manifestara a favor de la eutanasia.

"Sólo pido descanso, le suplico que me dé la eutanasia, no soporto mi cuerpo", le aseguró Paula a la presidenta, un desgarrador mensaje que ya dio la vuelta al mundo. "No tengo descanso ni de día ni de noche, le suplico con toda mi fuerza que me venga a ver porque ya no puedo esperar más, no comprendo, no puedo comprender, si hemos hecho de todo y sigo luchando para que ella me escuche", dice en un video que circula por Internet en el marco de la campaña #JusticiaParaPaula.

Paula asegura que su cuerpo está "desgarrado" y no hay ninguna parte que no le duela. Ni siquiera su mamá, María Cecilia Ahumada, la puede abrazar. "Todo me quema", asegura la chica en su cama. "¡Quiero pedir ayuda y ya no sé como hacerlo", dice, antes de contar que ya no quiere saber más de hospitales porque "nada le calma".

Paula comenzó con un dolores persistentes de cabeza en 2013, a lo que siguieron dolores corporales e insensibilidad de las articulaciones. Su hermana, Vanessa, está segura de que todo comenzó cuando Paula fue hospitalizada por síntomas que los médicos asociaron con una tos convulsa. "Nosotros como familia lo tendemos a relacionar con que Paula en 2013, un poco antes de caer hospitalizada, recibió una vacuna trivírica que cubre tres tipos de enfermedades (difteria, tétanos y tos convulsiva) y mi hermana cayó precisamente hospitalizada primero por una supuesta tos convulsiva", argumenta Vanessa.

La familia considera que un virus de la vacuna se alojó en la médula de Paula y le provocó la actual condición. "A partir de entonces, comenzó a presentar una serie de síntomas que no se asociaban con la tos”, dijo Vanessa. “Vivió una serie de hospitalizaciones, estuvo en muchas clínicas internada y comenzó a perder movilidad en las piernas, los brazos, se le agarrotaron las piernas, las manos, perdió la movilidad, la sensibilidad en algunas partes y en otras siente muchísimo dolor”.

Actualmente, los dolores que padece Paula ni siquiera le permiten dormir y prácticamente no puede abrir los ojos porque la luz le quema. No puede sentarse ni ponerse de pie ni estar por más de 5 minutos en la misma posición. Ningún médico pudo decirle a ciencia cierta qué tiene y nadie está seguro de poder curarla, tratarla o, al menos, aliviarle los dolores.

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"Ya lleva más de cuatro años postrada en una cama”, explica Vanessa; “encerrada en cuatro paredes, y no está ya para sentarse en una silla de ruedas para trasladarse y moverse de su habitación, lo que ella está viviendo no está bien, viendo como su cuerpo falla cada día aún más y ya tiene tanto dolor que solo quiere morir".

El diagnóstico de "trastorno degenerativo no descrito" no hizo nada por aliviar a Paula. Vive ahora bajo el cuidado de su madre, María Cecilia, una profesora divorciada que tuvo que abandonar su trabajo para atenderla, y su abuela de 90 años: “Mi mamita siempre ha salido adelante, saca fuerzas y sigue adelante por más que sea difícil, pero esto ya no lo puedo soportar (...) Ya no puedo dormir un segundo (...) No puedo descansar porque me voy a apoyar y mi cadera se sale, mi mandíbula. Y me asusto de tanto que he aprendido a soportar el dolor, es demasiado”, explicaba la joven.

Más de un millón de personas vieron el desgarrador mensaje de Paula en las redes sociales, lo que generó la apertura de un debate social en Chile. Una encuesta revelada esta semana mostró 68% de los chilenos se manifiesta a favor de la eutanasia después de conocer la historia de Paula, mientras un 24% está en contra. En la encuesta, a la hora de evaluar "que una persona tome la decisión de suicidarse", sin especificar si media una enfermedad, los encuestados se mostraron contrarios en un 66% y sólo un 22% aprobó el suicidio.

En Chile, como en la mayoría de los países, la eutanasia no es legal, aunque en la Comisión de Salud del Congreso hay un proyecto para despenalizarla que pretende no criminalizar al equipo médico que pueda practicarla y establecer un mecanismo que respete la voluntad del paciente. El diputado que presentó dicho proyecto, Vlado Mirosevic, criticó "la dureza de una legislación conservadora, invasiva y brutalmente inhumana" en una carta abierta publicada en el diario El Mostrador. "Chile ha sido sordo. De una sordera cómplice con la crueldad. Los dogmas o la indolencia han podido más", sostiene.