SOCIEDAD
casa maidana, fundada en 1910

La historia de la última fábrica artesanal de sombreros, que sobrevivió a todas las crisis

Con 113 años de permanencia ininterrumpida en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, Casa Maidana se erige como la única y última fábrica de sombreros en la CABA. Cómo es la historia de esta marca que nació del empuje de un inmigrante napolitano, Luis Maidana, que llegó al país a fines del siglo XIX con la única premisa de trabajar, y que ahora, más de un siglo después, es manejada por Silvia y Adriana, bisnietas del fundador. Los famosos que lucieron los sombreros y quiénes son los clientes habituales. Cómo nació la marca de Corazón de Potro, la joya de la corona.

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Tradición porteña. Silvia y Adriana Maidana están al frente del negocio fundado por su bisabuelo. | néstor grassi

Símbolo indiscutible de distinción y elegancia de los porteños del siglo pasado, el sombrero se constituyó como un elemento fundamental de la indumentaria masculina y femenina. En especial, a partir de los años 30 y los 60, cuando su uso se convirtió en un distintivo de ascenso social, cuando la clase media comenzaba a consolidarse en el país y los hijos de los primeros inmigrantes se convertían en profesionales. Como se recordará, una de las premisas de aquellos inmigrantes era lograr que sus hijos accedieran a la educación.

Los sombreros de Casa Maidana tienen 113 años de historia.

A la par de este fenómeno, también se registraba el crecimiento y consolidación de la casa de sombreros Maidana. Un negocio dedicado exclusivamente a la fabricación artesanal y ventas de sombreros de la Ciudad de Buenos Aires. 

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Casa Maidana nació en 1910 de la mano de Luis Maidana, un inmigrante napolitano que “llegó de Europa a fines del siglo XIX en búsqueda de mejores oportunidades y con la única premisa de trabajar”, cuentan Silvia y Adriana, quienes 113 años después no solo son las bisnietas de aquel inmigrante que comenzó en el oficio “marcando el tafilete de cuero que va dentro de los sombreros”, sino que ahora están al frente de la única fábrica artesanal de sombreros en el ámbito de la CABA. 

Los sombreros de Casa Maidana tienen 113 años de historia.

A tal punto llegó el interés por este comercio centenario que, a mediados de año Casa Maidana, y luego de su vasta trayectoria, fue declarada sitio de interés social y cultural por la Legislatura porteña (ver aparte).

En el comercio, además, las acompaña –y trabaja a la par– Manuela, la madre de las actuales dueñas del local. En este sentido, se trata de la cuarta generación de la familia a cargo del emprendimiento, con la particularidad de que son las primeras mujeres de la familia al mando del negocio artesanal, que siempre estuvo a cargo de los hombres. 

En este sentido, las hermanas tienen bien divididas las tareas a desarrollar en el local de la avenida Rivadavia 1923, a escasos 50 metros del Congreso Nacional. Mientras Adriana se encarga de los proveedores, del taller y de la confección, Silvia, por su parte, está al frente del área de ventas, la atención al cliente y la creación de modelos nuevos. 

Los sombreros de Casa Maidana tienen 113 años de historia.

Cuando se traspasa la puerta del local de Rivadavia y Riobamba, el tiempo parece haberse detenido. Estanterías y mostradores de madera –de los que ya no se ven–, en los que se exhiben los tradicionales sombreros de la casa, sean estos de ala corta, ancha y del tipo Panamá, junto a gorras del tipo Peaky Blinders, las de visera, y boinas multicolores, “de las que se usan en el campo”, aclaró la responsable de la casa. 

En relación con el público, Adriana explicó que se compone de clientes de toda la vida. En este sentido, la mujer contó que su papá siempre decía: “La calidad vence al tiempo, por lo que al vender un producto de calidad, los buenos clientes siempre vuelven”. Entre los clientes también figuran turistas extranjeros que “conocen la marca y llegan especialmente al local para comprar”, y gente de campo. “Sobre todo a partir de la creación de la marca insignia, Corazón de Potro, que fue un modelo diseñado por nuestro padre, Jorge Norberto Maidana, a pedido de la Asociación de Criadores de Caballos Criollos”, explicó Adriana durante su charla con PERFIL. “Es la joya de nuestra corona”, agregó. 

Los sombreros de Casa Maidana tienen 113 años de historia.

Pero además de los hombres de campo argentinos, la titular del negocio contó que el Corazón de Potro también llegó a Brasil, Uruguay y Chile, “países en los que tiene muy buena aceptación”.

En el ámbito local, y más allá de los clientes de siempre, la mayoría profesionales, los sombreros de Casa Maidana fueron lucidos por músicos como el “Potro” Rodrigo Bueno, Antonio Ríos, Antonio Tarragó Ros, el Chaqueño Palavecino, Rod Stewart y hasta Carlos Gardel, quien si bien no compró sus sombreros en este local, sí pasaba para que la familia le hiciera el mantenimiento a los suyos. 

Tampoco fueron ajenos a Maidana hombres y mujeres de la política, aunque en menor medida. Entre las figuras internaciones aparecen Imanol Arias, la reina de los Países Bajos, Máxima Zorreguieta, y el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton.

Los sombreros de Casa Maidana tienen 113 años de historia.

Más allá de los vaivenes típicos de un comercio en la Argentina, los tiempos de la pandemia obligaron a las hermanas a tener cerrado el local. “Nunca dejamos de pagar el sueldo a los empleados, nos quedamos sin ningún tipo de reserva, fue el peor momento de nuestra historia”, relató Adriana, quien contó que Guillermo Moreno las quiso obligar a exportar bulones para que pudieran importar materiales para la fabricación de los sombreros del tipo Panamá. “Teníamos que importar las fibras vegetales, la toquilla, desde Ecuador, para fabricar los sombreros Panamá y no nos dejaban. Era ridículo tener que exportar bulones para traer fibras vegetales. Nunca vimos ni vivimos algo así”, concluyó Adriana, antes de disponerse a posar junto con su hermana con los reconocidos sombreros de la marca que fundó su bisabuelo napolitano.

Distinción de la Legislatura

A mediados de septiembre la Legislatura porteña descubrió una placa en la que se distingue a la fábrica artesanal de sombreros Casa Maidana como sitio de Interés Social y Cultural de la Ciudad de Buenos Aires. La iniciativa partió de un proyecto de ley impulsado por Matías López (JxC) que fuera aprobado en el mes de mayo. 

Desde el año 1968  Casa Maidana funciona en el local de Congreso donde actualmente sigue en pie gracias a la conducción de las hermanas Silvia y Adriana Maidana.

“Estos rincones que tiene Buenos Aires forman parte de nuestra riqueza cultural, pero el caso de Silvia y Adriana es una enseñanza en sí misma, porque pudieron animarse a romper las reglas que la tradición imponía, ya que con determinación y valentía se pusieron al frente de este gran emprendimiento, algo que hoy parece normal, pero que antes era impensado un negocio de estas características”, señaló López.