El 15 de abril de 1955 se inauguró el primer restaurante de hamburguesas la más famosa cadena de fast food del mundo, McDonald's, en Des Plaines, Illinois, Estados Unidos.
Esr lugar, abierto por Ray Kroc, hoy no vende hamburguesas sino se convirtió en un Museo, pero todo está en él como era en 1955. Luego de muchos arreglos y desarreglos, el dueño lo hizo demoler en 1984 y lo reconstruyó tal como era en 1955.
El exterior conserva el típico arco dorado de la empresa de hamburguesas, que estuvo desde el primer día, el mismo cartel que anunciaba la venta de hamburguesas por 15 centavos de dólar y el icono representativo de Speedee que fue la gran innovación de la marca: el "Speedee Service System" era la manera ágil, higiénica y rápida de presentar la comida.
Como en la época no había mesas, quienes visitan el museo se acercan directamente al mostrador y pueden también recorrer la cocina, en donde seis vitrinas despliegan todo el equipamiento original de 1955, una época en la que las papas se pelaban y cortaban en el momento, se blanqueaban y se freían.
Hamburguesas históricas
Por 15 centavos, la empresa, entregaba nueve artículos pequeños: una hamburguesa envuelta en papel, queso, una bebida liviana (Coca Cola o naranjada), cerveza tirada de un barril, leche, café, papas fritas, azúcar y una porción de pastel. La leche luego se reemplazó por un milkshake con jarabe de arce.
En esa época todos los empleados eran hombres y el Museo exhibe maniquíes vestidos con pantalones negros, camisa blanca, corbatines rojo y blanco, delantal y un gorrito de papel; así fue el uniforme que vistieron hasta 1970.
En realidad, el local de Des Plaines, en Illinois, no fue el primero, sino el noveno McDonald’s, pero para la cadena actual es el original. Detrás de todo gran éxito hay una gran ambición y, a veces, un perdedor y este podría ser el caso.
En el sótano se exhiben fotos históricas, memos de época, afiches publicitarios de los años 50, y un video que narra la historia del local. Aquí no se exhibe todo lo que había porque, en la demolición de 1984, se llevaron algunas cosas a la oficina corporativa central de McDonald’s en un suburbio al sudoeste de Chicago
Aunque Ray Kroc convirtió la marca en una mina de oro que hoy suma 39.198 locales en 119 países, eso no comenzó a ser así hasta 1961.
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McDonald's, la verdadera historia
Y en honor a la verdad, habría que decir que el auténtico primer McDonald’s del mundo es de 1940 y se encuentra en San Bernardino California. Este local pionero, sobre la mítica Ruta 66 también fue reconstruido y convertido en Museo, pero no pertenece a la Corporación McDonald’s y hay una explicación. El lugar fue reacondicionado por el dueño de la cadena Juan Pollo y, obviamente, ya no vende hamburguesas.
Los auténticos creadores de McDonald’s fueron los hermanos Maurice y Richard McDonald, que nacieron en Mancheseter, New Hampshire, en 1902 y 1909, respectivamente. Su padre era un inmigrante irlandés que, en 1940, abrió un puesto de fast food en San Bernardino inventando el Speedee Service System, la atención sin pérdida de tiempo en la ruta, donde todos están apurados y de paso. Un método eficaz que fue distintivo de McDonald’s.
El éxito fue total y en 1948, los hijos, que trabajaban con él, le propusieron remodelar ese primer local mientras abrían otros, cerca. Fue ahí cuando ellos idearon el pack de nueve artículos comestibles pequeños por 15 centavos de dólar y contactaron a Ray Kroc, un vendedor de licuadoras, para comprarle ocho: querían reemplazar la leche por un milk-shake y la prueba piloto se hizo en el local de San Bernardino.
Ambicioso, Ray Kroc vio enseguida el negocio y en 1953, les propuso expandirse más; él sería su agente de franchising para vender la marca en otras ciudades y eventualmente, países. Los hermanos le respondieron que a ellos sólo les interesaba tener US$1 millón para cada uno, cuando cumplieran 50 años.
Entonces se dieron la mano e hicieron un acuerdo de palabra: Kroc se quedaría con el 1,9% de cada venta, del cual 0,5% sería para los McDonald’s.
El primer McDonald en franchising fue el de Phoenix, en Arizona, y lo compró Neil Fox. Dólares más, dólares menos, todo siguió así –más o menos en el aire- hasta que los hermanos no quisieron seguir creciendo y Kroc les compró la empresa en 1961 por US$ 2,7 millones, el dinero justo que él consideraba que tenía que pagarles para que Maurice y Richard recibieran justo un millón de dólares cada uno, luego de la deducción de impuestos.
El primer local de la gestión comercial solitaria de Ray Kroc había sido el de 1955, en Des Plaines, Illinois. Por eso, para la corporación McDonalds sigue siendo “el original”, pasando un trapo de olvido y limpieza a todo lo anterior.
El único local que los McDonald no le vendieron fue el de San Bernardino, porque se los dejó a los empleados originales, que armaron una cooperativa de trabajo.
Un tanto resentido, Kroc inauguró entonces otro McDonald's propio, enfrente, y lo llamó “The Big M”, pero no funcionó y a los seis años tuvo que cerrarlo.
Supuestamente, la venta total de la marca suponía que los McDonald cobrarían regalías perpetuas del 1% de la marca, pero el reclamo judicial de un sobrino hizo pensar que esa parte del arreglo no se cumplía. Con todo, los hermanos nunca reclamaron un dólar más.
Maurice McDonald murió en 1971, cuando tenía 69 años y fue enterrado en Palm Springs, California.
Richard McDonald lo sobrevivió pero se sintió solo cuando, el 30 de noviembre de 1984 Ed Rensi, el presidente de McDonald’s USA lo invitó a una ceremonia pomposa en el Grand Hyatt Hotel de Nueva York, para que él mismo incara el diente en la 50 milmillonésima hamburguesa vendida en el país.
Como su hermano, al que tanto extrañaba, falleció de un ataque cardíaco el 14 de julio de 1998.