"No hay palabras para describirlo", dijo Maria Elena Bergoglio haciendo un intento fallido de contar cómo se sintió cuando escuchó la voz de su hermano, el papa Francisco, del otro lado del teléfono. "El espíritu santo está con él", sentenció.
El llamado se concretó el sábado y lo atendió el sobrino: "Oh tío", escuchó María Elena de la voz de su hijo y "me tiré encima del teléfono. Me moría por hablar con él", esbozó emocionada en dialogo con el programa radial Me haces bien.
La voz del papa sonaba tranquila, "no se lo noté preocupado, transmitía alegría", recordó la hermana del pontífice. "Lo único es que no me invitó al Vaticano", bromeó después de que le preguntaran si viajaría en los próximos días a visitar a Francisco y reflexionó: "De todas maneras estamos juntos espiritualmente".
"Sólo Dios sabe cuando podré ir a visitarlo", continuó María Elena que agradeció al periodismo por el "buen trato y respeto" que recibió de la prensa local. Escuche el audio.