La jueza en lo contencioso administrativo federal María José Sarmiento rechazó otorgar una indemnización por 10 millones de pesos a las hijas del líder y fundador del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), Mario Santucho, por el secuestro, la tortura y el homicidio de su padre.
Pese a ello, la magistrada instó mediante un fallo al Estado a pagar $ 750.000 pesos más intereses a las tres hijas de Santucho por "daño moral", dado que el Ejército nunca entregó el cuerpo del líder del ERP a su familia por decisión del fallecido ex dictador Jorge Rafael Videla, quien declaró ante la Justicia "que era conveniente que no se conociera el lugar de destino de los restos del señor Santucho en función de la expectativa que podía generar que se conociera el lugar de depósito de los restos", según consignó el diario Clarín.
En la resolución se indicó que las descendientes de Santucho debieron haber iniciado acciones judiciales "a partir del momento en que el derecho pudo ser ejercitado, de modo que, teniendo en cuenta que la democracia quedó instaurada en el año 1983 y que luego se declaró la ausencia con presunción de fallecimiento por sentencia de fecha 9 de septiembre de 1996, hasta la fecha de interposición de la presente demanda ha transcurrido en exceso el plazo de prescripción".
De este modo, la Justicia trazó una diferencia con los casos de desaparición forzada de persona, los cuales no prescriben en los juzgados por tratarse de lesa humanidad.
Perfil. Mario Roberto Santucho fue uno de los más combativos jefes de la guerrilla de los años 70. Nació el 12 de agosto de 1936 en Santiago del Estero, fruto del matrimonio formado por el procurador Francisco Rosario Santucho y de la maestra Manuela del Carmen Juárez, "Roby" fue el primer hijo de una serie de tres de la pareja, y el octavo de un total de 10 que tuvo el funcionario judicial.
De familia radical y católica, integrante de la pequeña burguesía santiagueña, desde muy joven se sumó a la fuerte discusión política que por entonces sacudía al país.Cuando era estudiante de Ciencias Económicas en la Universidad de Tucumán, intervino en las luchas estudiantiles. Más adelante se interesó por las condiciones de explotación de los obreros azucareros.
Fundó el Frente Revolucionario Indoamericano del Pueblo (FRIP); luego creó el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y su brazo armado, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), instrumento con el que intentó impulsar la revolución en Argentina. La frase que acuñó fue "a vencer o morir por la Argentina".
Estuvo detenido en varias oportunidades y participó de las luchas de los obreros azucareros del norte por la defensa de su fuente de trabajo, amenazadas por el proceso de concentración y la amenaza de cierre por la dictadura de Juan Carlos Onganía.
Se casó con Ana María Villarreal, con quien tuvo tres hijas: Ana, Marcela y Gabriela. Su mujer fue asesinada el 22 de agosto de 1972 en la base naval Almirante Zar, junto a otros 15 guerrilleros, en lo que pasaría a la historia como " la masacre de Trelew"
Santucho se salvó porque huyó y se asiló en el Chile de la Unidad Popular, y luego en Cuba. Volvió a formar pareja con Liliana Delfino, con quien tuvo un hijo, y fue la mujer que lo acompañó hasta su muerte, el 19 de julio de 1976 en un enfrentamiento en el departamento de su lugarteniente Benito Urteaga, en Villa Martelli, en el norte del conurbano bonaerense, mientras preparaba un nuevo exilio.
Testigos dijeron que, en los días sucesivos, vieron en exposición en Campo de Mayo el cuerpo del hombre más buscado en esos años por el Ejército, y también el de Urteaga.