POLITICA
Dirigente del ejrcito revolucionario del pueblo

Santucho, un referente de la lucha guerrillera de los 70

El " Roby", tal como lo apodaban, fue uno de los referentes de las organizaciones que pretendían llevar adelante una revolución en el país. " A vencer o morir por la Argentina", fue la consigna que lo marcó.

default
default | Cedoc

Mario Roberto Santucho (1936-1976) fue, sin dudas, uno de los más combativos jefes de la guerrilla de los convulsionados años 70.

Nacido el 12 de agosto de 1936 en Santiago del Estero, fruto del matrimonio formado por el procurador Francisco Rosario Santucho y de la maestra Manuela del Carmen Juárez, "Roby" fue el primer hijo de una serie de tres de la pareja, y el octavo de un total de 10 que tuvo el funcionario judicial.

De familia radical y católica, integrante de la pequeña burguesía santiagueña, desde muy joven se sumó a la fuerte discusión política que por entonces sacudía al país.

Ya estudiante de Ciencias Económicas en la Universidad de Tucumán, intervino decididamente en las luchas estudiantiles, muy activas por entonces. Se interesaría, luego, por las condiciones de explotación de los obreros azucareros y, siendo muy joven aun, un viaje a Cuba en momentos en que Fidel Castro proclamaba el giro socialista de la revolución lo marcó definitivamente.

Primero fundó el Frente Revolucionario Indoamericano del Pueblo (FRIP). Luego creó el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y su brazo armado, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), instrumento con el que intentó impulsar la revolución en Argentina. La frase que acuñó fue "a vencer o morir por la Argentina".

Dueño de un fuerte poder de convicción y de una tenacidad sin dobleces, Santucho estuvo varias veces detenido y participó de las luchas de los obreros azucareros del norte por la defensa de su fuente de trabajo, amenazadas por el proceso de concentración y la amenaza de cierre por la dictadura de Juan Carlos Onganía.

Se casó con Ana María Villarreal, con quien tuvo tres hijas: Ana, Marcela y Gabriela: su mujer caería asesinada el 22 de agosto de 1972 en la base naval Almirante Zar, junto a otros 15 guerrilleros, en lo que pasaría a la historia como " la masacre de Trelew", tras un cinematográfico escape del penal homónimo.

Santucho se salvó huyendo a tiempo y asilándose en el Chile de la Unidad Popular, y luego en Cuba. Volverá a formar pareja con Liliana Delfino, quien -además de darle un nuevo hijo- lo acompañará hasta su muerte, acaecida el 19 de julio de 1976, ya con la dictadura de Videla instalada en el poder, en un enfrentamiento en el departamento de su lugarteniente Benito Urteaga, en Villa Martelli, en el norte del conurbano bonaerense, mientras preparaba un nuevo exilio. Debía ser así el último acto de su vida: pese a la inferioridad numérica, Santucho dio pelea y "se llevó" en el enfrentamiento armado a su victimario, el capitán del ejército Juan Carlos Leonetti.

Testigos dijeron que, en los días sucesivos, vieron en exposición en Campo de Mayo el cuerpo del hombre más buscado en esos años por el Ejército, y también el de Urteaga: desde entonces, ambos integran la larga lista de desaparecidos.

Fuente: DyN