Tras una serie de estudios observacionales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió esta semana una recomendación sobre el uso de sustancias edulcorantes para controlar el peso, básicamente desaconsejando su empleo para los tratamientos a largo plazo.
Según la OMS, aditivos como el aspartamo, sacarina o estevia no son efectivos para la reducción de la grasa corporal en el largo plazo. Además, puede generar efectos indeseados si se usan por demasiado tiempo, incluyendo un aumento en el riesgo de diabetes y de enfermedades cardiovasculares.
Por supuesto que la novedad no llegó sin debate ya que en el propio documento los especialistas la dan como una recomendación condicional: “Debido a que el vínculo observado en la evidencia entre los endulzantes no azucarados y los resultados en ‘enfermedad’ podrían estar condicionados por las características de los participantes y los complejos patrones de uso de edulcorantes (…) esta recomendación se ha evaluado como condicional”.
"El documento aclara que faltan estudios para tener conclusiones más sólidas"
Para Francesco Branca, director de Nutrición en la OMS, reemplazar los azúcares libres con edulcorantes sin azúcar (NSS) no ayuda a controlar el peso a largo plazo. Las personas deben considerar otras formas de reducir su consumo o elegir frutas y alimentos sin azúcar”. Y recuerda que los NSS más comunes son el acesulfamo-K, el aspartamo, el advantamo, los ciclamatos, el neotamo, la sacarina, la sucralosa, la estevia y sus derivados.
Según le explicó a PERFIL la nutricionista Marcela Leal, “la propia OMS reconoce que no se recomienda usarlos en el largo plazo, pero también aclara que faltan estudios para tener conclusiones más sólidas”. Para esta experta, exdirectora de la carrera de Nutrición en la Universidad Maimónides durante dos décadas y miembro de la Red de Investigación en Estilos de Vida Saludable, “el uso de edulcorantes no debe ser una única alternativa para bajar de peso”. Pero no tenemos que demonizarlos ni este documento convierte a los aditivos en ‘peligrosos’ para la salud. Hay que considerarlos como una herramienta más para el control del peso. Podemos sumarlos, pero necesitamos otras acciones clave como, por ejemplo, disminuir el tamaño de las porciones, hacer actividad física regular, consumir comida casera y en lo posible disminuir el consumo de alimentos ultraprocesados con azúcares añadidos. Bajar de peso es, básicamente, optar por hábitos cotidianos que nos permitan tener un estilo de vida más saludable”.
Por su parte, la doctora Mónica Katz, expresidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), le detalló a este diario que “está muy bien que la OMS refuerce la idea de que, para bajar de peso, hay que moverse más, comer mejor, controlar porciones y cambiar estilos de vida, ya que no alcanza con tomar bebidas con edulcorante. Sin embargo, también es cierto que ciertas partes del documento emitido confunden. De hecho, si ciertas personas (como los diabéticos) vuelven a endulzar sus infusiones con azúcar o miel y dejan los edulcorantes, también tendremos un impacto sanitario negativo”, concluyó.