Un día como hoy, Norberto Aníbal Napolitano, mejor conocido como Pappo, cumpliría 69 años. Icónico guitarrista argentino y querido vecino de La Paternal, suele ser homenajeado durante esta fecha en la Plaza Roque Sáenz Peña, -que lleva su nombre por adopción- en el barrio de Villa Mitre. Esta vez su hermana, Liliana, debió mudar la sede del evento a la provincia, y comenta que fue por falta de respuesta del Gobierno de la Ciudad.
“No nos dieron ni escenario, ni luces, ni sonido. Sin eso no se puede hacer. No van 100 personas, van miles. No pueden tocar los músicos en el suelo. No hay fondos, y eso que llamamos a altos cargos", dice la mujer, en diálogo con PERFIL.
Desde la organización del cumpleaños del Carpo se difundió un mensaje explicando que el ámbito de Cultura de la Ciudad había dado “respuestas negativas” a las solicitudes. Este medio se comunicó con fuentes directas de dicho Ministerio, y manifestaron que allí no tienen “nada que ver” con este tipo de celebraciones, sino que debería corresponderle a otra área.
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Por su amistad con los Halcones del Oeste, una agrupación de motoqueros -algunos amigos del difunto músico-, Napolitano pudo acoplar la celebración con el décimo Motoencuentro anual que se está realizando este fin de semana en Pontevedra, Provincia de Buenos Aires. Claudio Cortés, presidente de los Halcones, explicó ante PERFIL: “Hacemos el encuentro todos los años el primer o el segundo fin de semana de marzo. Pero siempre, por respeto al cumple del Carpo, tratamos de que el día 10 no quede en el medio. Liliana me comentó que se le estaba complicando la habilitación del escenario, y le ofrecimos el predio y el sonido nuestros. Entonces, lo mismo que se hace en la plaza, lo hace en nuestra reunión”.
Más de 15 bandas en vivo, puestos de ventas, cantina, parrillas y hasta una pileta le darán color a la celebración que recuerda a Pappo como un amigo del ambiente: “Él era un vecino más del barrio”, recuerda Cortés, que vivía a 10 cuadras de la casa del guitarrista, y hoy conserva una vieja amistad con Liliana. “Vamos a los cumpleaños de nuestros hijos, y varias veces (en años anteriores) la ayudamos con la seguridad de la plaza”, agrega.
A pesar de no poder recordar a su hermano en el mismo lugar de siempre, la mujer es optimista: “Algo hay que hacer, la gente quiere al Carpo. Se puede pasar un día lindo”.
FF/FeL