Vecinas de la localidad Algarrobal Viejo, un pueblo ubicado en Salta en el límite con Santiago del Estero, comenzaron a acampar hoy frente a la casa que el presidente Néstor Kirchner y su esposa, la senadora Cristina Fernández, tienen en El Calafate, en la provincia de Santa Cruz, en reclamo para evitar el desmonte de más de 13 mil hectáreas de bosque salteño.
Las manifestantes Elsa Gerez, Saturnina Sequeira, Juana Arias y Delma Aranda, que integran la agrupación "Madres del Monte", protestan contra la tala indiscriminada que deja sin su principal sostén a las poblaciones de la región y las amenaza con hacerlas desaparecer.
La medida, que realizan por tiempo indeterminado hasta obtener una respuesta por parte del Presidente, la sostienen porque su pueblo está a punto de desaparecer debido a que la solicitud de desmonte por 13.260 hectáreas estaría próxima a ser autorizada por la provincia de Salta a la empresa Rumbo Norte SA.
"Vinimos hasta aquí porque sabemos que el Presidente y su esposa, la senadora nacional Cristina Fernández, pasan sus vacaciones de verano en El Calafate y queremos pedirle su apoyo y su compromiso", dijo Gerez a radios locales.
“Estamos a punto de perderlo todo y hasta ahora no hemos logrado que nadie nos escuche. Las Madres del Monte, sin el bosque tenemos una vida sin futuro", dijo Juana Arias, cocinera de la escuela del pueblo, quien además preguntó: "¿Adónde vamos a ir con nuestros hijos?".
Las mujeres integran también el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE) y, con el apoyo de la organización ecologista Greenpeace, viajaron más de 3.500 kilómetros para instalar su protesta en El Calafate.
Noemí Cruz, coordinadora de la organización mundial ecologista, explicó que la situación de esta población "es muy similar a la que viven muchísimos otros pueblos de nuestro país". En este sentido agregó: "Con los desmontes, cientos de campesinos e indígenas, tradicionales ocupantes de nuestros bosques, son desalojados por las topadoras y muchas veces esto sucede con permiso de las provincias".
Cruz reclamó que "de manera urgente se apruebe la Ley de Bosques", que establece la moratoria de los desmontes hasta tanto las provincias realicen un ordenamiento territorial de los bosques que garantice el uso sustentable de los mismos.
Además, la norma prohíbe explícitamente el otorgamiento de permisos de desmonte en zonas tradicionalmente habitadas. La ley fue aprobada a fin de año en general y será tratada artículo por artículo en las próximas sesiones extraordinarias de la Cámara de Diputados, según el decreto publicado hoy en el Boletín Oficial.
"Queremos transmitir este mensaje directamente al presidente para que entienda la gravedad del problema y convenza al bloque oficialista sobre la necesidad de sacar esta ley, para que no ocurre lo que ocurrió en diciembre, cuando por diferencias propias del kirchnerismo se frenó su votación en particular", expresó Cruz.
La Ley de Presupuestos Mínimos para la Protección Ambiental del Bosque Nativo es apoyada por Greenpeace y varias organizaciones campesinas e indígenas.