La historia de los abuelos abandonados por su hijo en un bar en Rosario conmovió meses atrás a Santa Fe y a todo el país. Costaba imaginar por qué una persona podía cometer semejante crueldad: en ese momento, y por la repercusión que tuvo la noticia, los ancianos consiguieron un hogar donde vivir y, lo más importante, permanecer juntos.
Hugo González tenía 94 años e Hilda, 86 y desde el 1 de julio su nueva casa fue el Hogar Español de Adultos Mayores, ubicado en la calle Uriburu al 3800, en Rosario. Desde allí confirmaron a PERFIL la triste noticia del deceso del hombre: "Hugo murió el domingo 20 de octubre, justo coincidió con el Día de la Madre. Falleció por una deficiencia cardíaca. Ahora Hilda está empezando a hacer el duelo, dentro de todo bien, tratando de integrarse a los talleres que tenemos porque antes estaba más abocada a su marido", explicó la empleada del lugar, Silvana Luscher.
En ese sentido remarcó: "Raúl, que es el hijo que los trajo aquí no el que los dejó en el bar, se hace cargo de ellos totalmente. Si bien no cuenta con movilidad propia, siempre viene a verlos. Está muy presente, es una muy buena persona y quedó muy mal porque cuando pasó lo de sus padres, los medios lo señalaban junto con su hermano y él no tenía nada que ver. El otro hijo también viene a verlos, pero no es la misma relación que con Raúl".
La mujer aseguró además que el matrimonio es muy querido en el lugar: "Yo ese día no trabajaba pero vine porque la verdad nos chocó a todos acá, porque pensábamos una vez que podían vivir tranquilos, calentitos y con comida, en tan poquito tiempo él no lo pudo disfrutar. Este lugar no es un geriátrico como los que se pueden imaginar, sino que hay un gran parque y hay actividades. Es una pena que no haya podido disfrutar. Su historia tuvo mucha repercusión y desde el primer día que nos enteramos empezamos a insistir para que los traigan acá".
Más de 160 personas ofrecen vivienda a los abuelos abandonados por su hijo en un bar
El caso. El 5 de junio de 2019, esta pareja de abuelos fue llevada por su hijo a un bar, donde esperaron más de siete horas por su regreso, ya que él les había prometido volver a buscarlos. Los empleados del lugar alertaron a la Policía y descubrieron que habían sido desalojados por falta de pago del departamento que ocupaban.
La pareja almorzó allí pero se los notaba impacientes con el correr de las horas. Los mozos, que presenciaron la secuencia y los veían ansiosos, decidieron dar aviso a las autoridades. Los efectivos los llevaron a la comisaría 5ta. y desde allí pudieron localizar a otro de sus hijos, que los fue a buscar a la dependencia.
"Entraron al bar acompañados de una persona más joven, después nos enteramos que era su hijo, se sentaron a una mesa, y se quedaron como a la espera de que iba a volver. Almorzaron y pasaron las horas, pero nadie llegó. Las chicas que lo atendían se empezaron a preocupar, empezaron a preguntar y dijeron que estaban esperando al hijo, que nunca llegó", contó el encargado del local en ese momento.
Tras una rápida investigación policial, los agentes pudieron dar con uno de los hijos, llamado Raúl, que no sabía nada de la situación de sus padres. "Lamentablemente papá y mamá quedaron en la calle, porque no pudieron sostener el alquiler La Policía me notificó que tenía que venir a buscarlos. Yo estaba en cama, porque estoy en rehabilitación", contó en declaraciones al Canal 5.
Como Raúl no disponía del espacio y las comodidades para que sus familiares estén con él, fue que gracias a la solidaridad de la gente, llegaron al Hogar Español el 1 de julio. "Nos sentimos perfectamente bien, contenidos, es un hogar que ya pensábamos que no íbamos a tener", contó Hilda en su primer día de estadía hace apenas cuatro meses. Ahora, deberá seguir sin la compañía de Hugo.
FDS/FF