“Aceptar dinero narco es como jugar a la mancha venenosa: infecta todo lo que toca”. Así ilustró un importante investigador la situación de Antonio Pedro Ruiz, el dueño del Café de los Angelitos, uno de los bares notables de la Ciudad, procesado por integrar una estructura dedicada a inyectar en el mercado legal argentino divisas provenientes del tráfico de estupefacientes en Colombia y Estados Unidos.
Tony, como lo llaman sus socios, pagó 2 millones de pesos como caución para no ir preso. Procesado por lavado de activos, fue embargado por otros 100 millones y no puede salir del territorio argentino.
El empresario “tocó” el dinero de José Byron Piedrahita Ceballos, considerado uno de los mayores narcolavadores del mundo que, según la causa, hizo pie en Argentina a través de Mateo Corvo Dolcet, el abogado que diseñó el entramado de sociedades que permitió al colombiano descargar millones de dólares negros en el circuito financiero del país.
Para los fiscales de la causa, Sebastián Basso (titular de la fiscalía federal de Morón), Diego Iglesias (a cargo de la Procunar) y Gabriel Pérez Barberá (Procelac), Ruiz accedió a incluir a Piedrahita en Club Montserrat SA y Tango Suite SA, las sociedades que conformó para desplegar actividades de servicios de confitería/bar y de producción de espectáculos, a sabiendas del origen ilícito de su capital.
En su indagatoria ante el juez Néstor Barral, negó conocer la procedencia del dinero, aunque las conversaciones que mantuvo con sus socios y las maniobras fianancieras que realizó lo contradicen.
Sí reconoció cierta amistad con el colombiano y que formó parte de sus firmas, con las que explota el Café de los Angelitos y el espectáculo Rojo tango. Fue en ese show, desplegado en un conocido hotel de Puerto Madero, donde Corvo le presentó al colombiano en 2009, como “un empresario ganadero, dueño del frigorífico Cauca, serio y respetable”.
Piedrahita vivió casi un año en Argentina. Primero en un departamento de Puerto Madero y luego en una casa del country San Diego, atribuida al ex jugador de fútbol Mauricio “Chicho” Serna. Ruiz dijo que, en otras ocasiones, “lo vio acompañado del secretario general del Congreso de Colombia, de nombre Emilio, dos generales de ese país y el alcalde de Caucasia. Contó, incluso, que la última vez que tuvo contacto con Piedrahita fue en mayo del año pasado, cuando viajó a Colombia junto a su mujer para concurrir al casamiento de Luisa, la hija mayor de Piedrahita. El encuentro entre el argentino y el colombiano fue registrado por los agentes de ese país. En ese evento, al que también asistió Corvo Dolcet, su socio les habría comentado que su situación se había complicado. Las autoridades de Estados Unidos lo habían incluido en la Lista Clinton.
Esa reunión no había sido la única que los tres hombres mantuvieron. En 2012, habían compartido vacaciones en Cartagena de Indias. Ese año intentaron desvincularlo en los papeles. Las notas periodísticas que vinculaban al colombiano con el narcotráfico cada vez eran más. Era tarde. Ya habían sido manchados.
En el caso de Ruiz, los fiscales lograron reconstruir que Piedrahita Ceballos adquirió entre 2.400 y 20 mil acciones de las firmas Club Montserrat SA y Tango Suite SA respectivamente, y una posterior venta simulada de ellas al empresario de la noche porteña, entre los años 2008 y 2011, como consecuencia de la inyección de fondos de origen ilícito.
“Esta inyección de fondos y el pago del precio de las acciones se habrían realizado a través de aportes en efectivo, en tanto no surge documentada transacción bancaria alguna a nombre de los intervinientes. En el año 2012, Ruiz transfirió esas acciones a su nombre, sin que se haya documentado ningún pago ni crédito en favor del supuesto vendedor, tratándose de una operación simulada con el objeto de disimular la participación de Piedrahita Ceballos en las empresas en cuestión y darle apariencia lícita a las ganancias obtenidas. Desde esa fecha hasta el año 2017, Ruiz administró esos bienes de origen ilícito como autoridad de las firmas Club Montserrat SA y Tango Suite SA en beneficio de la organización narcocriminal en cuestión”, escribieron en el pedido de procesamiento.
Destacaron, además, el hecho de que Ruiz realizó 14 viajes a Uruguay entre 2016 y 2017. Creen que depositaría dinero en una cuenta bancaria o una caja de seguridad en Uruguay, del colombiano.
Un abogado detrás del esquema de lavado
El abogado Mateo Corvo Dolcet es el único supuesto integrante de la banda que fue procesado con prisión preventiva, debido a que se trataría del hombre que diseño el esquema de lavado para José Byron Piedrahíta Ceballos. No sólo conformó sociedades para emprendimientos inmobiliarios en las que aparece el colombiano, sino que también le presentó a Antonio Pedro Ruiz, cuyas firmas habría utilizado para inyectar en el sistema financiero formal argentino más capital vinculado al narcotráfico.
Corvo Dolcet desarrolló el proyecto de la estación de trenes Panamericana y un edificio de 900 cocheras, en el mismo predio, ubicado en el kilómetro 46 de la autopista. El año pasado anunció un mprendimiento de 400 millones de dóalres al que se llamó el “Puerto Madero de Pilar”. Su esposa también fue procesada.