Los momentos de crisis como los que generó la pandemia de coronavirus sacan lo mejor y lo peor de cada uno. La imagen de los últimos días de las largas colas en los supermercados para abastecerse sin dejar existencias para otros o las aglomeraciones de gente en el transporte público generan nervios y ansiedad. Pero luego, hay otras iniciativas solidarias que muestran la mejor cara del ser humano.
Un grupo de cuatro chicas de la localidad bonaerense de Coronel Suárez decidió ofrecerse para hacer mandados para la gente mayor de forma gratuita. Brenda, Georgina y Tamara Rivulgo y Jael Blanco, de entre 27 y 32 años, se organizaron para lanzar un servicio para asistir a aquellos que lo necesiten en estos días en los que el Gobierno recomendó reducir la circulación de personas en las calles para evitar la propagación del COVID-19.
Especialmente, desde la cartera de Salud se aconsejó a las personas de más de 65 años que se queden en sus casas a modo de aislamiento preventivo para protegerse del coronavirus. Esta recomendación se dio luego de que se demostrara que, por el momento, quienes mueren con mayor frecuencia por esta enfermedad son los adultos mayores con alguna patología previa.
Recomiendan que adultos mayores se queden en sus casas por el coronavirus
Fue en este escenario que Brenda decidió aportar su granito de arena y colaborar para cuidar a los más afectados. “Se me ocurrió al pensar en el grupo de riesgo que estaba siendo vulnerable frente al coronavirus y que, tal vez, una forma de ayudarlos a que no salieran de sus hogares y que le hiciéramos los mandados. Le comuniqué la idea a mis hermanas Tamara y Georgina, y luego a Jael y enseguida me confirmaron”, explica la joven que trabaja con personas con discapacidad a PERFIL.
“La idea es que respeten la cuarentena. El virus es super contagioso. Y el objetivo es que se tome conciencia y nosotros, que corremos menos riesgo, los cuidemos. También siendo conscientes que podemos ser portadores”, puntualiza.
A través de un número de Whatsapp, una persona puede comunicarse y pedir que le hagan un mandado. Tanto la chica que haga el encargo como el vehículo en el que se desplace va a estar identificado con sus respectivos DNI. Por otro lado, los datos del pedido y de la persona que lo realiza se van a proteger. Asimismo, se toman todos los recaudos necesarios para evitar el contacto y garantizan que todo está desinfectado como corresponde y se tomarán medidas extremas de higiene.
Jael, que es docente y periodista, armó la publicidad que se empezó a compartir vía redes sociales como Facebook e Instagram. Ayer, lunes 16 de marzo, iniciaron la difusión y ya comenzaron a recibir pedidos y también consultas de cuál iba a ser el funcionamiento del servicio.
El servicio, disponible durante toda la jornada, contempla especialmente ir al supermercado, a la farmacia o al banco, aunque no descartan hacer algún otro encargo si está en sus posibilidades.
Las cuatro jóvenes se reparten los mandados según llegan, administrados por Brenda. “Como todos los pedidos me llegan a mí, veo primero si puedo hacerlo yo, sino me comunico con Georgina, Tamara o Jael. Hoy en día con Whatsapp es todo rápido. Mis hermanas son madres así que primero tratamos de cubrir con Jae”, cuenta Brenda.
Las chicas cuentan con tres vehículos propios, pero ya les ofrecieron algunos más en en el caso de que sea necesario. “Tratamos de que el grupo sea reducido para controlar las pautas de higiene necesarias. Obviamente que si se necesita ya tenemos personas que sabemos podemos llamar para pedirles transporte”, cuenta Brenda a este medio.
FeL