SOCIEDAD
PREMIOS PERFIL 2025

Pier Paolo Pasolini recibió el Premio Perfil por la Mayor Contribución a la Paz Internacional

Su legado no es solo artístico, sino un recordatorio ético sobre la importancia de la disidencia.

Pier Paolo Pasolini durante el rodaje de "Saló", su último film
Pier Paolo Pasolini durante el rodaje de "Saló", su último film | CEDOC

El poeta y cineasta italiano Pier Paolo Pasolini recibió el Premio Perfil 2025 a la Mayor Contribución a la Paz Internacional por su compromiso sostenido con la promoción de los derechos humanos, la justicia social y la cultura del diálogo en contextos de conflicto. A lo largo de su trayectoria, sus obras y ensayos buscaron cuestionar la violencia, la opresión y la discriminación, dejando un legado que sigue inspirando a generaciones.

Graziella Chiarcossi, la prima de Pasolini que vivió con el cineasta los últimos trece años de su vida y única heredera, envió un video de agradecimiento: "En nombre de la familia Pasolini, agradezco de corazón al jurado del Premio Perfil por haber otorgado a Pier Paolo un reconocimiento tan importante por su contribución a la paz internacional".

"Para Pasolini, la paz no era un estado de serenidad o de normalidad recuperada después de la guerra-dijo Chiarcossi-. Aborrecía lo que el mundo llama normalidad. En el estado de normalidad —decía— el hombre tiende a dormirse; se olvida de reflexionar, pierde la habilidad de juzgarse a sí mismo y deja de preguntarse quién es.Y es precisamente durante esta normalidad que debe ser creado artificialmente el estado de emergencia".

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Y finalizó: "A crearlo, pensaba Pasolini, están llamados los poetas: eternos indignados, campeones de la rabia intelectual y de la furia filosófica. Hasta que el hombre explote al hombre, hasta que la humanidad esté dividida en patrones y siervos, no habrá ni normalidad ni paz. La razón de todo el mal de nuestro tiempo está aquí".

Quién fue Pier Paolo Pasolini y por qué su obra sigue desafiando al poder italiano

La figura de Pier Paolo Pasolini (1922-1975) no puede reducirse a una sola disciplina. Fue poeta, novelista, cineasta, lingüista y, por encima de todo, el crítico más feroz de la mutación antropológica que sufrió Italia tras la Segunda Guerra Mundial. A casi medio siglo de su asesinato en las playas de Ostia, su voz resuena con una vigencia que incomoda.

Siendo originario de Bolonia, Pasolini creció en un hogar profundamente marcado por el contraste familiar y cultural: un padre militar de convicciones fascistas y una madre, maestra de Friuli, que le inculcó el amor por la lengua campesina y la sensibilidad lírica. Esta dualidad —lo autoritario frente a lo ancestral— definió su juventud.

A partir de la década de 1940, descubrió en el dialecto friulano una forma de resistencia cultural. Para él, el lenguaje no era solo comunicación, sino un bastión contra la homogeneización del mundo moderno. Sin embargo, su militancia en el Partido Comunista Italiano (PCI) se vio truncada prematuramente; en 1949 fue expulsado del partido tras una denuncia por "actos obscenos", un evento que lo obligó a huir a Roma con su madre, iniciando su etapa más prolífica y dolorosa.

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Asesinado brutalmente en Ostia por un joven marginal—posiblemente por motivos políticos o personales—
Pier Paolo Pasolini frente a la tumba de Antonio Gramsci
Debutó con novelas como "Ragazzi di vita" (1955), que retrataba la marginalidad romana con realismo crudo

En su llegada a la capital, Pasolini no se instaló en los salones intelectuales, sino en las borgate: los suburbios marginales donde sobrevivían los desplazados por el milagro económico italiano. De esta experiencia nacieron novelas fundamentales como Ragazzi di vita (1955) y Una vita violenta (1959). En ellas, retrató a jóvenes que vivían al margen de la moral burguesa, movidos por instintos primarios y una vitalidad que el autor consideraba "sagrada".

Su transición a la dirección cinematográfica con Accattone (1961) y Mamma Roma (1962) supuso una revolución estética. Pasolini utilizaba actores no profesionales y encuadres inspirados en la pintura renacentista para sacralizar la miseria urbana. Para él, el cine era la herramienta definitiva para capturar el mundo antes de que el consumismo lo devorara. Su filmografía evolucionó desde el realismo social hacia una exploración de los mitos clásicos y la religión:

►El Evangelio según San Mateo (1964): Considerada por muchos como la mejor versión cinematográfica de la vida de Cristo, filmada con una austeridad casi documental.

►Trilogía de la Vida: Compuesta por El Decamerón, Los cuentos de Canterbury y Las mil y una noches, donde celebró el cuerpo humano y el erotismo como formas de libertad política.

►Salò o los 120 días de Sodoma (1975): Su obra póstuma y más extrema, una alegoría brutal sobre cómo el poder fascista y el capitalismo moderno consumen y destruyen el cuerpo humano.

Aun así, la madrugada del 2 de noviembre de 1975, el cuerpo de Pasolini fue hallado brutalmente golpeado y atropellado en el hidro-puerto de Ostia. Aunque un joven de 17 años, Pino Pelosi, se confesó autor del crimen, las inconsistencias en las pruebas y el clima político de los "años de plomo" en Italia sugieren que fue una emboscada orquestada por sectores del poder que el intelectual había denunciado sistemáticamente.

Pasolini murió como vivió: en el centro de una contradicción que nunca quiso resolver, defendiendo un pasado sagrado frente a un futuro que consideraba desolador. Su legado no es solo artístico, sino un recordatorio ético.

MV