SOCIEDAD
Acoso escolar

Por qué el bullying afecta más a algunos niños que a otros

El hostigamiento que sufren algunos chicos es un tema que preocupa a los padres, pero ¿existe alguna cuestión específica que hace que unos soporten más que otros?. El rol de las redes sociales.

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Se entiende como bullying al hostigamiento y maltrato -verbal o físico-, intencional y reiterado que se da por parte de uno o varios chicos/adolescentes, contra otros. | Cedoc

Se entiende como bullying al hostigamiento y maltrato (verbal o físico), intencional y reiterado que se da por parte de uno o varios chicos/adolescentes, contra otros. Hoy es muy común escuchar en las noticias casos de víctimas de este tipo de acoso que, en algunos casos extremos toman decisiones límites, al punto tal de acabar con sus vidas. Especialistas opinan del tema y dan su visión sobre una problemática que afecta particularmente a los más chicos pero que, según coinciden, tiene como eje común una "sociedad violenta". El ciberbullying, nacido en redes sociales, configura otro enemigo peligroso.

Lucrecia Morgan, directora del Equipo Ani Bullying Argentina, sostiene que existen características que algunos chicos tienen, y que ella llama "factores de riesgo individuales" las cuales predisponen a que a un chico le pasen estas situaciones de acoso. Sin embargo, ésto no es suficiente, porque "también están los factores de riesgos grupales".  En diálogo con PERFIL, ejemplifica: "Hay chicos que tienen todos los factores de riesgos individuales pero están en un grupo sano donde los docentes se involucran, donde los padres son cálidos, contenedores y estas situaciones no suceden". 

"Por eso más que nada hablamos de la confluencia de estos factores de riesgo individuales y grupales (de las aulas), y también factores de riesgos institucionales, porque hay colegios que no están preparados para abordar estas situaciones, o directivos que miran para el costado. Puntualmente, los factores de riesgo individuales que pueden dejar a un chico más expuesto son: tener déficit en habilidades sociales y que cuando uno los burla se ponen hipersensibles y reaccionan desmedidamente o, a veces chicos que son muy cargosos y no pueden registrar el límite del otro", comenta Morgan

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La psicóloga agrega que "la timidez y la inseguridad también son un factor de riesgo". "La baja autoestima en realidad antes se lo pensaba como un factor de riesgo pero a veces es consecuencia de haber sido agredido durante mucho tiempo. Hay estudios que muestran que al principio los chicos no tenían baja autoestima, pero después de haber sido expuestos a esa victimización terminan si teniendo baja autoestima. Tener pocos o ningún amigo, ese es otro factor de riesgo, porque los amigos defienden y aquellos que no los tienen están más expuestos", precisa a este portal.

Morgan comenta que "hoy día todo es motivo de burla, eso pasa por las diferencias". "Hay aulas donde la diferencia es vista como una amenaza y no como algo que nos enriquece y nos hace mejor y más unidos. Cualquier cosa que sea diferente es motivo de agresión. Y eso le pasa a las chicas lindas que le tajean la cara, le pasa al que tiene buenas notas, el que tiene malas, al que tiene el último iphone o al que los padres lo pueden llevar de vacaciones a Estados Unidos, por eso es importante conocer cada grupo", sostiene.

La psicopedagoga María Zysman, directora del equipo de diagnóstico, prevención e intervención Libres de Bullying, afirma que “quien recibe la agresión se identifica con aquello que le dice, y le da el pie al otro para que siga. Además hay un grupo que avala eso como rasgo de quien es tomado como víctima. Son chicos que sea por el rasgo que sea reaccionan de manera tal de exponerse a sí mismos al doble”.

“Ahí es donde hay que romper el rol de espectador, porque puede ser que tenga características físicas más diversas que uno se pueda imaginar, pero que los demás avancen creyendo que pueden destruirlo es un error”, considera en diálogo con PERFIL.

“Se empieza con la burla y lo más probable es que todos crean que es válido, pero hay uno que no la esta pasando bien y ese es el límite. Si alguien sufre ahí es el límite”, agrega. “Desde la ONG Libres de Bullying reivindicamos el derecho a ser raro, diferente, tímido y que eso no habilita a que otro le pegue ”, concluye Zysman.

La relación bullying-internet: Con redes sociales, el acoso se propaga.

María Belén Rey, coordinadora general de Argentina Cibersegura, -organización sin fines de lucro que trabaja para crear un espacio digital seguro a través de actividades de concientización y educación- indica: "El bullying es algo que viene existiendo desde hace años, antes de la llegada de internet. Siempre existió el acoso escolar que en un grupo de chicos, algo que llama la atención: un corte de pelo extraño, unos zapatos, un pantalón que nos parezca ridículo siempre es motivo para poner en el centro y para la burla y demás, lo que trajo internet -simplemente y no menor- es el alcance que tiene esa burla. Hoy por hoy una burla que antes era en el aula, pasaba una semana y se olvidaba, hoy por hoy se crea una fanpage, se sube una foto a Instagram, a Twitter. Esto tiene un alcance enorme en donde muchos chicos que quizás no estaban en el momento de ver en vivo y en directo esta burla, se enteran por redes y empieza a tener una durabilidad en el tiempo que provoca un mayor impacto”.

“Es difícil identificar qué chicos tienen más riesgos o son más propensos. Lo que nosotros advertimos es que hay que trabajar sobre dos cuestiones, uno es el concepto de privacidad y exposición en línea. El tema de ser conscientes de que cuando subimos algo a internet o compartimos algo con una persona a través de un medio digital o informático, ya perdimos el control de ese contenido. Quizás nosotros creemos que mandamos algo en confianza a algún compañero y esto luego pierde, se rompe el vínculo y este contenido empieza a divulgarse por la red. Es importante que los chicos sepan que una vez hacen ‘click’ y comparten pierden el control. Hay que trabajar con ellos en ‘hasta donde queremos que esto llegue y que esto se conozca’. No está mal compartir, subir, poner online, pero siempre siendo conscientes de hasta dónde puede llegar esto y a que una vez que subimos un contenido perdemos el control”, manifiesta a este portal.

“Por otro lado hay que trabajar en el concepto de ciudadanía digital, así como lo que no dirías en persona por qué decirlo en internet. Internet trae el tema del anonimato, que es muy fácil mentir con la identidad, entonces los chicos por lo general en internet se animan a decir cosas y a subir cosas que en persona no la dirían”, indica Rey.

Apuntamos no sólo al que es víctima de bullying y al que provoca el bullying sino también a los espectadores. En el espacio digital es fundamental esto: una burla que inicia en el aula y después se propaga por Facebook, por ejemplo, cuantos menos espectadores tenga (que compartan o pongan ‘me gusta’) el bullying tiene menos alcance. Es tan malo el rol de quien hace bullying como el que le pone ‘me gusta’ y lo apoya, porque eso incrementa el alcance, el impacto y el daño en la persona”, concluye.

Voz docente. Darío Kullock, docente de escuelas privadas y municipales en la ciudad de Buenos Aires -actualmente en la institución N° 4 Caballito- cuenta que desde su experiencia en el aula “aquellos chicos que cuentan con más herramientas vinculares o son más hábiles para establecer vínculos dentro de un grupo están menos expuestos al bullying”.

“Personalmente prefiero indagar en las cuestiones que  impulsan a un grupo a ejercer acciones humillantes hacia alguno de sus compañeros, es decir cuáles son los móviles de la intolerancia. Pero puesto a pensar en las características más comunes de las víctimas de bullying las más comunes: los chicos con algún rasgo de discapacidad física o mental. Creo que en la base de esta discriminación se encuentra el temor a lo extraño o, alguna fantasía no consciente de contagio", señala.

"Otro grupo propenso a la burla humillante es el de los alumnos pertenecientes a la comunidad boliviana. Al menos en la escuela en la que trabajo actualmente”, acota el maestro.  “De todos modos no estoy seguro de que los episodios de discriminación que presencié en mi escuela sean en rigor casos de bullyng, fueron más bien casos aislados de algún chico con otro y no de un grupo burlándose de un compañero de manera sostenida”, finaliza.