La última publicidad de Carrefour por el Día del Niño, que invitaba a regalar juguetes con “C de campeón” a los nenes y con “C de cocinera” a las nenas, muestra cómo el mundo de la publicidad sigue reproduciendo estereotipos de género. La publicidad de TyCSports en la previa del Mundial, que banalizaba la homofobia en Rusia, también.
El poco tiempo que ambas duraron, ante las críticas recibidas y los escarches en las redes sociales, es signo de un reclamo social que la industria de la publicidad está empezando a notar. Y en ese contexto es que surgen también redes y colectivos de mujeres publicistas, como She Says Argentina y Publicitarias.org, que buscan darle un giro al mundo publicitario, mostrando el machismo y la falta de diversidad dentro de las agencias, la inequidad en las estructuras, donde las áreas creativas y los puestos de liderazgo suelen estar a cargo de varones, así como la falta de perspectiva de género y la poca visibilización de los trabajos de mujeres creativas.
Al 53% de las mujeres encuestadas le pidieron alguna vez hacer tareas menores en la oficina, solo por ser mujer. Además, el 79% piensa que la industria naturaliza situaciones de acoso.
Una encuesta que Publicitarias.org hizo a más de 300 mujeres de la industria dio cuenta, entre otras cosas, de que al 53% de las encuestadas le pidieron alguna vez hacer tareas menores, solo por ser mujer, como preparar café o pedir comida. Y que el 79% piensa que la industria naturaliza situaciones de acoso.
“No es solo una cuestión de paridad. El problema va mucho más allá”, dice Melanie Tobal, directora de Publicitarias, colectivo que organiza charlas, mentorías y talleres para mujeres publicistas; que también tiene capítulos en Chile y Uruguay. Su objetivo, dice, es que haya más diversidad y más perspectiva de género en la publicidad. “Más diversidad porque necesitamos más mujeres en puestos de liderazgo, sobre todo en el área creativa. Y más perspectiva de género, porque faltan profesionales que levanten la mano en el proceso para que piezas discriminatorias no salgan al aire”.
Las redes sociales juegan un rol clave, porque le dan al cliente diálogo directo con la marca. “Las repercusiones son al instante, por eso agencias y anunciantes tienen que ser conscientes de las responsabilidades que tenemos como comunicadores”, agrega.
Laura Visco, referente de She Says Argentina, coincide. “Está bueno que haya más diversidad en las agencias, porque tener gente con otros puntos de vista hace el trabajo mejor”, dice. Junto a Laura Holzmann y Pamela de Oliveira Sosa, organizaron el capítulo local de esta red, que conecta mujeres publicistas y recomienda sus trabajos. Respecto a la distribución de tareas en las agencias, Vico cree que todavía “las decisiones en el sector cliente y agencias son tomadas por gente de un sector demográfico acotado, que por mucho tiempo nos impuso su visión del mundo. Pero los que trabajamos en comunicación tenemos que entender que la gente es un poco lo que ve en la tele, en los medios, en la calle, en las revistas. Y que esta profesión viene con una responsabilidad”.
Visco vive y trabaja en Europa, donde hizo la campaña global de Axe “Is It OK for Guys”, que le cambió el foco que reproducía la marca. “Cuestionamos los estereotipos con los que crece el hombre, ser fuerte, exitoso, poderoso, hetero, y nunca mostrar debilidad. Todos nacemos llorando y expresando nuestros sentimientos pero de la noche a la mañana al hombre se le dice que esto “no es más masculino”.
Desde Mujeres Que No Fueron Tapa, Lala Pasquinelli también trabaja los estereotipos que reproducen medios y publicidades. “¿Qué pasa en las agencias? ¿Son todos hombres de la misma clase social, con el mismo tipo de vivencias, que miran el mundo desde su perspectiva? Quizás es, como se señala, que no hay mujeres en publicidad, pero ¿alcanza con que haya mujeres? Probablemente no. Necesitamos perspectiva de género, diversidad en todos los sentidos”, dice.
Un proyecto por más músicas en escenarios
En 41 festivales de música importantes que hubo en el país, casi el 90% tuvo menos de un 20% de representación femenina en sus escenarios, ya sea en bandas mixtas lideradas por mujeres, o de solistas. Solo cuatro tuvieron más del 30%, piso al que suele llegar en festivales internacionales.
En ese contexto, las mujeres músicas se organizaron para presentar un proyecto de ley que ponga cupo femenino a los festivales de música popular del país. Y garantizar, al menos, un 30% de bandas con mujeres en los escenarios.
La iniciativa fue presentada por la cantante Celsa Mel Gowland, y cuenta con apoyo, entre otras, de Hilda Lizarazu y Lula Bertoldi.
