El secretario de Seguridad, Sergio Berni, denunció hoy que los carteles de drogas mexicanos "están instalados en todo el mundo", al confirmar la detención de dos sicarios provenientes de ese país que supuestamente llegaron a la Argentina para cometer un ajuste de cuentas.
"Los detuvimos nosotros hace unos diez días”, dijo el médico militar. Y por “nosotros” se refirió a la Policía Federal Argentina. “Son cuestiones que a veces toman estado público, pero es producto del trabajo y de la capacidad investigativa que tenemos en temas tan sensibles como es el narcotráfico", agregó.
En declaraciones a radio La Red, el funcionario explicó que los dos delincuentes, que fueron detenidos en un edificio de Villa Crespo mientras mantenían a dos rehenes, "tenían armas de fuego con silenciadores", y que "de acuerdo a lo que se venía investigando" serían sicarios mexicanos.
"Los carteles mexicanos están instalados en todo el mundo, es un problema global. El avance de la droga en el mundo es cada vez más fuerte, tiene un negocio de 360 mil billones de dólares al año, y eso lo hace un negocio muy redituable, y que impulsa a cualquiera a meterse en este tráfico de drogas", aseveró.
Sin embargo, Berni había declarado todo lo contrario en otras ocasiones. Al igual que el actual Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el secretario de Seguridad ha sostenido que Argentina “no es un país productor de drogas”. Fue en febrero de 2014, cuando salió a cruzar al ministro de Defensa, Agustín Rossi, quien había sostenido que “Argentina era un país de tránsito, y ahora es un país de consumo, y lo más grave que también es de elaboración”.
Según publica hoy el diario Clarín, las detenciones se produjeron la semana pasada en un edificio ubicado en Malabia al 500, en el barrio de Villa Crespo, cuando dos jóvenes ingresaron al lugar y tomaron como rehenes en el tercer piso a dos mujeres. Ante la llegada de la Policía Federal, los hombres intentaron escapar con las mujeres como escudos, pero fueron detenidos a la vuelta del edificio.
Las rehenes declararon que el objetivo de los delincuentes era una odontóloga que tiene su consultorio en el tercer piso del edificio, y que, según la información, estaría casada con Diego Colombini, que estaría investigado por la Justicia Federal por lavado de dinero junto a su socio, el arquitecto Walter Mosca.
