La muerte de Ezequiel Curaba, quien sufrió gravísimas quemaduras intentando robar cables de alta tensión en una fosa de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) en Rosario, trajo a la luz la repetición de este tipo de delitos. El robo de cables es una práctica frecuente que se realiza con el fin de venderles el cobre y el aluminio a las chatarrerías.
Intentó robar cables de alta tensión y se electrocutó: está grave y con el 90% del cuerpo quemado
Además, constituyen un peligro potencial para el público en general y para los empleados de las empresas de servicios públicos, dado que los ladrones de cobre desconectan cables y equipos de tierra, lo que puede causar graves consecuencias en el suministro eléctrico.
Luego del episodio del domingo pasado, desde la Empresa Provincial de la Energía (EPE) calificaron a este delito como parte del “efecto contagio" que genera el robo y la venta de estos materiales. Aunque distinguieron el caso de Curaba como parte de otra sitaución aseguraron que detrás del robo de cables “hay bandas organizadas con inteligencia e interrelación con otras provincias”.
Según Verónica Geese, secretaria de Energía de Santa Fe, la tragedia que resultó en la muerte de Ezequiel Curaba no está directamente relacionada con el delito generalizado del robo de cables.“La muerte del chico es otro tipo de situación, pero que deriva de una problemática que es el antecedente que dejan los delincuentes. Se da un efecto contagio cuando se ve que se puede sacar dinero fácilmente”.
La funcionaria agregó: “Lo que pasó con Ezequiel es una falla en su educación y formación. Su caso no tiene nada que ver con el gran delito de la chatarra, de robo de cables y mercado negro de metales. Hoy con el precio que tienen se convirtió en una gran actividad delictiva”.
La EPE planea colaborar con el Ministerio de Seguridad para prevenir este tipo de delitos, especialmente en zonas urbanas. Geese subraya la necesidad de abordar estos robos como parte de una actividad delictiva organizada y económica, con conexiones que se extienden más allá de las fronteras provinciales.
Robo de cables: estadísticas alarmantes
En Rosario, donde se registró la muerte de Ezequiel Francisco Curaba, durante el mes de enero se efectuaron 95 arrestos relacionados con este tipo de delitos.
Según estadísticas de la EPE, en 2023 hubo seis casos de muertes similares a la de Ezequiel Curaba. Estas tragedias subrayan la urgencia de la implementación de medidas preventivas. En 2023 se reglamentaron seis artículos de la Ley N° 14.191, destinada a combatir los robos de cables y metales no ferrosos.
A su vez, de acuerdo con un estudio realizado por la Dirección de Atención de Emergencias, perteneciente al Ministerio de Justicia y Seguridad de Santa Fe, se atendieron un total de 74 denuncias a través del servicio de emergencias 911 durante el primer mes del año. De estas, en 53 casos se realizaron arrestos y se confiscaron armas blancas, así como también se recuperaron objetos sustraídos utilizados en la comisión de esos delitos.
El desgarrador posteo de la profesora del joven que murió electrocutado en Rosario por robar cables
Conmoción y repudio en redes sociales
El trágico destino de Ezequiel Curaba impactó a la comunidad educativa y desencadenó un debate sobre la desigualdad y la respuesta de la sociedad ante la pobreza extrema. Melina Gigli, una profesora de Ezequiel le dedicó un emotivo mensaje en las redes sociales y publicó su foto. "No quiero que lo recuerden así", expresó.
La docente cuestionó a quienes se burlaron de su muerte: "Tiraba de su carro. Leyendo comentarios en notas de diarios, veo que festejan su muerte tan dura y cruel. Él tiraba de su carro. Quizás, la posibilidad de unos pesos más para el morfi... no lo sé", escribió.
Juan Pablo Casiello del gremio docente Amsafe Rosario condenó los discursos de odio en las redes sociales y llamó a una reflexión profunda sobre la crisis social y la desigualdad en la sociedad actual.
"Lamentablemente, persiste un segmento de la sociedad que aguarda y hasta celebra situaciones como la muerte de este joven por electrocución. Las instituciones educativas son las más afectadas por estos actos de vandalismo y robo. Aunque rechazamos enfáticamente tales delitos, es importante entender el contexto dramático en el que ocurren. No hay motivo para regocijarse", destacó Casiello.
Y agregó: "La situación es grave y requiere atención urgente. Estamos inmersos en una profunda crisis social, marcada por la extrema pobreza y una desigualdad abismal. Debemos decidir si queremos construir una sociedad más equitativa o seguir padeciendo estas tragedias. Si creemos que celebrar la muerte de un joven está justificado, estamos completamente equivocados".
