El Índice de Bienestar Urbano (IBU) realizado para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires determinó que existe una marcada diferencia entre los barrios del norte y los del sur en cuanto a las condiciones en las que viven los vecinos para su desarrollo personal.
Según el informe, cada barrio porteño tiene sus pros y sus contras; en algunas se destaca la conectividad para la movilidad urbana y en otras el precio promedio de las propiedades, en algunas se encuentra una buena oferta cultural y en otras los habitantes cuentan con más áreas verdes. Sin embargo, el hacinamiento, la desocupación y los más bajos ingresos suelen encontrarse en los mismos barrios.
Las Comunas que evidencian indicadores muy negativos son la 4 y la 8, que aglomeran los barrios sureños de La Boca, Barracas, Nueva Pompeya, Parque Patricios, Villa Soldati, Villa Lugano y Villa Riachuelo, que tienen como margen el Riachuelo. Allí la tasa de desocupación coincide con la de países como Haití, Yemen o Serbia, según datos del Banco Mundial, y es la más alta de la ciudad (13,7%), en particular la Comuna 8 tiene un ingreso per cápita de 610 dólares mensuales.
Por su parte, la Comuna 8 tiene la peor tasa de mortalidad infantil (11,9 por cada 1.000 niños nacidos con vida). Equiparable a la de países como Armenia, Túnez o Libia, según el informe de i-Ciudad. Por el contrario, la Comuna 13, que abarca los barrios de Núñez, Belgrano y Colegiales, tiene un índices muy positivos en las cuatro variables.
Las Comunas 4 tiene una tasa de desocupación equiparable a las de países como Haití, Yemen o Serbia.
El Ingreso per cápita está muy por arriba del promedio de la ciudad con 1.400 dólares mensuales (más del doble que en el sur), la tasa de desocupación es la más baja (3,8%), y coincide con las tasas de desempleo de países como Alemania. Es esta parte de la ciudad además, la de mortalidad infantil está dentro de las más bajas de Buenos Aires.
"Surgió como un aporte para revertir el desequilibrio histórico que se vive en la ciudad entre las zonas norte y sur, conociendo en profundidad cuán reales son estas diferencias. Si bien hay un ranking general, también hacia adentro se muestran las diferencias entre las cuatro dimensiones y entre las 15 categorías que analizamos", dijo Silvia La Ruffa, vicepresidenta de I-Ciudad, la organización que realizó el informe, a la agencia Sputnik.
En IBU utilizó datos oficiales provenientes de la Dirección General de Estadísticas y Censos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para el año 2016 y analiza cada una de las 15 comunas porteñas. Además, el instituto aclara que es un indicador de bienestar y no de calidad de vida o desarrollo humano, lo cual significa que "privilegia la dimensión social por sobre la individual y jerarquiza el papel del Estado en la articulación de políticas urbanas".
"Las dimensiones marcan distintas fortalezas y debilidades de cada comuna y de sus barrios, pero una cosa que encontramos en el análisis es que el hacinamiento impacta sobre muchas de los indicadores analizados", explicó La Ruffa. "Una buena política de vivienda, fundamentalmente en los barrios de emergencia, va a traer mejores condiciones en lo que hace a la reducción de la conflictividad, de la inseguridad, de mayor matrícula escolar".
D.S.