Una nueva encuesta organizada por una ONG especializada en temas de salud sexual volvió a comprobar las reticencias que en esta temática siguen teniendo quienes entraron en su sexta década de vida: AHF Argentina comprobó que apenas el 17% de este grupo etario elige usarlo siempre y el 38,8% directamente prefirió no responder las preguntas sobre su uso de preservativos. Esto es un comportamiento preocupante grave porque se calcula que en regiones como América Latina su uso en forma habitual ayudaría a prevenir 200 mil contagios de enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el VIH.
Al abrir los números, los especialistas de la organización AHF determinaron que del 61% que sí contestó a esta pregunta, apenas el 17% del total afirmó utilizar el preservativo siempre en todas sus relaciones sexuales. El resto dijo hacerlo “algunas veces” o “nunca”. Y, de otras encuestas, surge que entre jóvenes y adolescentes las opiniones y preferencias sobre este tema son parecidos. “Así”, sugiere el informe, “el no uso de preservativos es una problemática generalizada de la población”.
Para Natalia Haag, Directora de Testeo y Prevención de VIH en la ONG, “estos datos en adultos mayores, pueden deberse en parte al tabú que representa hablar de su sexualidad entre este grupo de población en particular”. Pero el resultado también implica que “no alcanza con que el Estado compre preservativos y lubricantes sexuales y los distribuya en forma gratuita, sino que deben implementarse o mejorarse las políticas públicas que acerquen estos insumos a la comunidad, de manera que sean realmente accesibles para todas las edades”.
En el trabajo de investigación participaron 6.814 personas, de las cuales 1.474 eran mayores de 50 años (51% mujeres, 48% varones, 1% transfemenino). Y también surgió un dato alentador: entre los que afirmaron nunca utilizar preservativos, el 19,7% admitió que –si su pareja lo propusiera– facilitaría su uso. También quedó en claro que es un insumo que sigue siendo estigmatizado y que incorporar el condón en la actividad sexual sigue sin ser considerado como una posibilidad de salud sexual protegida y placentera.
Vale recordar el contexto en que se dan estas tendencias sociales: en los últimos años en la mayor parte de los países de América Latina, se ha verificado un significativo aumento en los casos de contagios de enfermedades de transmisión sexual, con tasas que varían entre el 15% y hasta el 40% en patologías “antiguas” como sífilis, gonorrea, clamidia y VIH, entre otras. Según cálculos de la Organización Panamericana de la Salud, cada 24 horas se producen 200 mil nuevas transmisiones de ITS en el continente americano, y todas ellas son previsibles mediante el uso correcto del condón.
En este contexto, la ONG AHF Argentina informó que durante este año que comienza redoblará su campaña de promoción bajo el lema “Siempre de moda”, para alentar a las personas a incrementar su uso, como un elemento divertido en las relaciones sexuales y como aliado para dar tranquilidad a quienes lo usan y libertad para disfrutar la vida sexual.