Salir de caravana a probar los menús de distintos chefs, degustar las variedades de las grandes pizzerías de Buenos Aires, hacer un tour veraniego por las mejores heladerías porteñas o, simplemente, recorrer varios bares en una noche para probar tragos, pero también para conocer gente nueva.
En algunos casos, la inquietud salió entre amigos con ganas de salir de copas, o a probar diferentes tragos o comidas. Y en algunos casos, también, esa inquietud trascendió tanto que terminaron organizando tours gastronómicos o de tragos.
Es el caso de Marina Ponzi y Anne Reynolds, quienes a raíz de sus continuas salidas a probar diferentes menús tuvieron la idea de crear tours para hacer visitas a diferentes restaurantes en distintos barrios. Así llevan dos años con Fuudis, donde ya tienen una clientela casi fija, que hasta se hicieron amigos y que sale al menos una vez al mes a almorzar o cenar probando las propuestas de diferentes cocineros. Así, en un restaurante prueban la entrada, luego caminan hasta el segundo restó donde comen el plato principal, y finalmente caminan hasta el lugar elegido para el postre.
Ahora también hacen tours de aperitivos, que consisten en ir a tres bares, antes de la cena, a probar en cada lugar tres diferentes tragos. Y la semana que viene se lanzan con un tour para probar helados, aprovechando que se viene el verano. Para marzo prevén un tour gastronómico con degustaciones de vinos nada menos que en Cafayate, Salta, donde viajarán un fin de semana largo, según contó Reynolds a Perfil.com. ¿El target? Grupos de amigos, parejas o gente que quiere conocer nuevos amigos, de entre 30 y 70 años.
Para los más jóvenes con ganas de más diversión y de probar tragos y conocer bares y boliches nuevos también hay opciones. Es el caso de Barhopping SA, que organiza tours por bares todos los viernes y sábados para chicos sueltos que quieren conocer amigos o para grupos de amigos que aprovechan la ocasión para festejar algún cumpleaños, despedidas de solteros u otros eventos. "Comenzamos hace dos años, y ahora vienen entre 80 y 120 chicos los viernes y entre 150 y 200 los sábados. En promedio están viniendo unas 1200 personas por mes. Creció exponencialmente esta movida de bares más que nada por el boca en boca, la gente la pasa bien, y aparte volver de vez en cuando lo recomienda a sus amigos ; y estos a su vez traen a más amigos", cuenta Kevin, uno de los organizadores de la movida, a Perfil.com.
Sólo para amigos. El fenómeno también tiene otras variantes, como el caso de La Caravana de la Pizza, conformada por un grupo de cinco amigos de la secundaria que, 20 años después, decidió recorrer las pizzerías más tradicionales de Buenos Aires y que ahora, tras su popularidad en las redes sociales, es hasta invitado a varias pizzerías para hacer el tour y hasta organizan sorteos virtuales para que los ganadores puedan ir de pizzas gratis.
“Esta aventura comenzó en septiembre de 2012 y ya lleva 18 estaciones. Cada estación es una pizzería visitada, con su crítica, álbum de fotos, video y muchas anécdotas. Hacemos sorteos entre nuestros seguidores para que puedan ir a cenar o almorzar gratis a las pizzerías que visitamos”, contó a Perfil.com Diego M. Yanzi, uno de los dos Diegos del grupo, que junto a Fede, Maxi y Pablo forman el grupo de la caravana.
El 18 de septiembre La caravana de la Pizza cumplió su primer aniversario y ya lleva recorridas 18 estaciones: Angelín, Cuartetas, Nápoles, Mezzetta, Cuartito, Banchero, Guerrín, Imperio, Fortín, Santa María, Inmortales, Cedrón, Kentucky, Guitarrita, Náutica, San Antonio, La Americana y Los Campeones.
“El derrotero viene dejando un tendal de anécdotas, sorpresas, curiosidades y bizarradas: la pizza de 18 porciones de Angelín, el servilletero usado como Ipad por el mozo de Nápoles, los Inmortales y su política de cobrar aparte las aceitunas, los extranjeros y su predilección por El Cuartito, los actores de Corrientes en Guerrín, La Guitarrita y sus 1000 camisetas de fútbol, la pizza dulce en forma de bote de Pizza Náutica, la Mezzetta…una pizzería que no pone asientos pero te hace sentir cómodo…”, dicen los amigos en una especie de gacetilla que armaron para contar de qué se trata esta aventura.
Y agregan: “En cada cena no falta el moscato, la pizza, la faina, el fútbol y la política. Todos pensamos diferente, las discusiones se calientan, pero la amistad no se rompe. No hay división, ni crispación, no hay Argen, ni Tina. Son las diferencias (de cuadro de fútbol y de posición ideológica) las que nos unen. Porque para nosotros la pizza no se divide, se comparte…”.
