En 2018, Priscilla y Robbie, una pareja estadounidense de Orlando, se propusieron dejar de postergar sus sueños y adentrarse en la aventura de recorrer el mundo. Para conseguirlo necesitaban adquirir un vehículo en el cual pudiesen transportarse hacia un destino incierto.
Es así que compraron un viejo autobús escolar y lo acondicionaron para convertirlo en una moderna casa rodante. Tardaron un año en remodelarlo por completo con el objetivo de poder recorrer tanto grandes ciudades como destinos agrestes.
La pareja buscaba construir un vehículo en el que se pudiesen trasladar también sus mascotas, ya que en los medios de transporte que utilizaban para viajar no les era permitido. De esta manera lograron combinar su vida como turistas con el calor del hogar.
Lo que hace único a este autobús, que recorre principalmente destinos de Estados Unidos y Canadá, es su color blanco y las modernas instalaciones en su interior que son constantemente actualizadas.
Priscilla y Robbie comparten imágenes de sus variados destinos en las redes sociales y, desde el inicio del proceso de transformación del autobús, muestran los avances del proyecto.
Sus redes predilectas son Instagram y Facebook en donde publican imágenes de sus viajes desde 2018 y ya superaron los 150 mil seguidores, bajo el nombre "going_boundless", que en español significa yendo sin límites.
"Nos encantan las casas pequeñas y admiramos el estilo de vida de quienes viven en ellas, así que pensamos '¿Por qué no construir una sobre ruedas'", contó la pareja en un posteo de Facebook.
Amantes de la vida en modo turista, Priscilla y Robbie buscaron replicar este estilo e incorporarlo en su día a día. El trabajo remoto les permitió concretar sus sueños y vivir para viajar.
Es una casa rodante sustentable. Tiene una compleja instalación de seis paneles solares en el techo, que alimentan ocho baterias con las que pueden regenerar la energía solar y convertirla en eléctrica, aún en los días nublados o de lluvia.
Lejos quedó la vieja puerta amarilla que se pliega con cada pasajero que entra. Robbie y Priscilla decidieron instalar un portón de entrada como el de una casa tradicional para darle un toque hogareño.
También pensaron en los distintos climas que se puedan encontrar en la ruta. Por eso, instalaron un aire acondicionado en el techo y dos calentadores dentro de la casa: una estufa de propano y una a leña.
Ellos imaginaron un trabajo de seis meses, pero para que quede tal como la imaginaron el acondicionamiento les tomó todo un año. El principal problema fueron las goteras en las ventanas, que les llevaron más tiempo de lo pensado solucionar. Para avanzar tuvieron que comprar ventanas nuevas e invertir más dinero del proyectado.
Otro de los inconvenientes fue el motor. El autobús era lo suficientemente viejo como para que antes de salir a la ruta, una junta se rompiera y obligara a postergar el proyecto nuevamente para llevarlo al taller mecánico.
Finalmente el 21 de marzo de 2019 lograron salir a la ruta rumbo al que sería su primer destino: la costa Este de los Estados Unidos, en donde se encuentran las playas de Florida.
Luego de diez meses habían recorrido 137 ciudades, sin haberse planteado un itinerario, y llegaron hasta Cape Town, en Nueva Escocia, Canadá.
En 2020 quisieron ampliar sus destinos hacia el resto de América, pero por el coronavirus solamente lograron recorrer Brasil, "los otros viajes fueron postergados por la pandemia", describieron en sus redes sociales.
CI/FeL