El dato impacta: uno de cada ocho argentinos padece algún grado de enfermedad renal crónica (ERC). Y lo que es peor: un porcentaje significativo –alrededor de 500 mil personas– tiene la enfermedad pero aún no lo sabe, pese a que para su detección solo se requiere de un análisis de sangre. Los nefrólogos refieren que la prevalencia de esta enfermedad es del 12,7% de la población y recuerdan que los riñones cumplen funciones esenciales en el organismo, filtrando desechos y toxinas y eliminándolas por la orina. También regulan la presión arterial y generan hormonas.
Los expertos explican que en la Argentina la ERC suele estar asociada con otras enfermedades comunes: diabetes e hipertensión arterial. Además, para cerrar el panorama, también se sabe que la complicación más frecuente asociada al mal funcionamiento de los riñones con el tiempo son los males cardiovasculares.
Buscando revertir esta situación, esta semana, la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN) y el Incucai firmaron un convenio que estableció pautas que permitirán la identificación, el registro y el mejor manejo médico de las personas con esta patología.
El doctor Carlos Bonanno, actual presidente de la SAN, explicó que “lo que haremos será registrar –en un sistema informático– la condición de nuestros pacientes renales desde los primeros estadios de la enfermedad, de manera que los responsables de salud pública puedan tener una idea acabada sobre su evolución y a quiénes seguir en detalle”. Además, en el mediano plazo, esperan crear consultorios interdisciplinarios (ERCA), en todo el país, que serán unidades especializadas en el tratamiento de esta patología compleja”, explicó Bonanno.
Los expertos resaltan que los hábitos de vida saludables contribuyen a la salud del riñón. Según Cristina Vallvé, integrante del Comité de Salud Renal de SAN, “una persona puede perder hasta el 90% de su función renal antes de experimentar síntomas”. Y destaca que hay varias “reglas de oro” cuyo seguimiento facilita la buena salud renal. Esta van desde controlar la presión arterial y el nivel de azúcar en sangre a una alimentación saludable, rica en vegetales. También es importante reducir el consumo de sal y mantenerse hidratados.