Vecinos de Floresta festejan la consagración de Mama Antula

Con la mirada puesta en el próximo 11 de febrero cuando María Antonia de Paz y Figueroa, Mama Antula, sea consagrada como la primera mujer santa de la Argentina, un grupo de vecinos del barrio de Floresta acompañados por la parroquia San Ramón Nonato llevarán adelante hoy, a partir de las 19, un evento religioso y cultural en su homenaje. 

Definido por las autoridades religiosas de la parroquia ubicada en Cervantes al 1150, como un acontecimiento religioso-cultural, los vecinos del tradicional pasaje porteño, que corre entre las calles Moctezuma y Atahualpa, se reunirán en torno a una imagen de la Mama Antula que se encuentra instalada en la fachada de una de las casas de esa calle. Allí no solo oirán una reseña histórica sobre la vida de la religiosa santiagueña, sino que el ballet de la Escuela de Danzas Jorge Don bailará chacareras en su honor. 

La idea estuvo a cargo de Stella Maris Pita y de Clyde Olaiz, que además de ser también vecinas y amigas, son devotas de María Antonia de Paz y Figueroa. Es tal la devoción que despierta la futura santa argentina, que Clyde tiene en el frente de su domicilio la imagen de la primera santa argentina. 

Desde un primer momento, la realización del evento contó con el visto bueno no solo de los curas de la parroquia vecina, sino también del cardenal y arzobispo emérito Mario Poli, también devoto de la futura santa argentina. 

“No será una misa, pero sí será un acontecimiento religioso- cultural en el que el cardenal Poli seguramente también dará una semblanza de la futura santa”, afirmó Matías Cornejo, cura párroco de San Ramón Nonato. 

“Siento una gran emoción por la consagración de la Mama Antula como santa. Hace unos años le llevé una carta al papa Francisco en la que le pedía que impulsara su consagración”, relató Clyde en su charla con PERFIL. “En la carta le dije a Francisco que sentía que Mama Antula será una mujer que hará muchos milagros. Era algo que sentía y que sigo sintiendo aún. El me respondió a los pocos días y me dijo que siguiera creyendo así, que cuando uno pide con fe las cosas llegan, y tenía razón. Llegó su santificación”, completó su relato la vecina. 

Stella Maris, por su parte, cuenta que forma parte de la congregación de Mama Antula a partir de conocer su historia. La mujer afirma que una de las próximas actividades como vecina será la de pedir a la Legislatura porteña el cambio de nombre del pasaje. 

“Vamos a pedir que se llame Mama Antula, que es más conocido, o María de San José, el nombre que le darán para su consagración”, completó la mujer que vive hace más de tres décadas en el pasaje que lleva el nombre de la futura santa argentina.