Muchos de los platos que hoy son clásicos de la cocina argentina surgieron gracias a la influencia de las oleadas de inmigrantes que llegaron al país. Bajaron de los barcos buscando un futuro mejor y trajeron con ellos los sabores de su tierra, que fusionaron con ingredientes locales generando recetas únicas.
La llegada de venezolanos a la Argentina es un fenómeno migratorio creciente en los últimos años. Y una vez más la gastronomía vuelve a ganar en enriquecedoras fusiones. Los locales y las ferias que venden arepas son una propuesta que toma cada vez más espacio. Pero uno de ellos decidió jugársela y dar un paso más combinando este clásico pan venezolano de harina de maíz con un ícono de la gastronomía argentina: el sándwich de chorizo. Así surgió el “choriarepa”, una creación conjunta entre un cocinero argentino y uno venezolano.
“Servimos un chorizo de cerdo en el pan de maíz, con rúcula, cebolla morada y mucho queso rallado. Decidimos combinar un clásico de la cocina argentina con otro de la venezolana y así nació esta propuesta, que tuvo una excelente respuesta del público”, explica Kevin Defelipe, dueño de La Gran Arepa. Esta original fusión la presentaron hace pocas semanas en la Chorifest, un encuentro dedicado a homenajear este clásico sándwich en el Hipódromo de Palermo.
El cocinero Daniel Uria también decidió combinar el chori con ingredientes de la gastronomía suiza para darle un toque diferente. Así, presenta un chorizo casero –hecho de bondiola y jamón– en un pan de brioche y cubierto con queso raclette. “El resultado es inmejorable. Y la gente se copa. Lo ofrecimos en la Chorifest y este fin de semana lo llevamos a Carne, el festival de parrilla en Vicente López”, explica.
Germán Stitz, uno de los dueños de Chorix, supo desde un principio que la propuesta del lugar era jugar con sabores y distintos tipos de carnes. Por eso preparan chorizos de cordero, de jabalí, con toppings (ingredientes) de lo más originales. Una de sus últimas creaciones es un sándwich de chorizo de cordero con salsa de yogur y menta, cebollitas glaseadas y pepinillos. “El choripán es un clásico incorporado a nuestra cultura. Es incuestionable. Pero la gente busca y disfruta cuando le ofrecés opciones diferentes. Hay que animarse a probar nuevos sabores”, asegura.
