Como Carrascosa, otros viudos famosos lograron el mismo beneficio. La edad elevada y enfermedades son un patrón común en estos casos. El más conocido es el caso de Ricardo Barreda. El odontólogo, que fue condenado a prisión perpetua por matar a su mujer, a su suegra y a sus dos hijas, consiguió salir de prisión en 2008 por su buena conducta y por haber pasado los 70 años. Convivió con Berta “Pochi” André en Belgrano hasta que en diciembre del año pasado pericias psicológicas determinaron que la vida de su novia corría peligro. Ahora, otra mujer ofreció su hogar para alojarlo. El empresario Daniel Bellini recibió 15 años de cárcel por haber matado a su mujer, Morena Pearson. Desde diciembre de 2013, disfruta cada fin de semana de la pileta de su casona de Parque Leloir, en Ituzaingó. Allí realiza trabajos de rehabilitación: su defensa demostró que padece Parkinson, una enfermedad que lo afecta progresivamente y el Servicio Penitenciario Bonaerense no está preparado para tratar este tipo de patologías. En noviembre de 2013, José Arce y su madre fueron condenados a perpetua por el crimen de Rosana Galliano, ocurrido en enero de 2008 en un country de Exaltación de la Cruz. Sin embargo, el viudo continuó en libertad a la espera de que el fallo fuera confirmado, lo que sucedió en julio de 2014. Por su parte, Aguilar consiguió el arresto domiciliario debido a su edad. Tenía 83 años cuando a su hijo, que aseguraba que no estaba bien de salud, lo enviaron a la cárcel de Campana.
