En el municipio de Pisa, en la región italiana de la Toscana y capital de la provincia homónima, se encuentra la famosa Torre de Pisa. La construcción comenzó en 1173 y se levanta en la Piazza del Duomo, destacándose por su inclinación pronunciada, que la convirtió en uno de los monumentos más reconocidos del mundo.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987, la torre recibe miles de turistas cada año, quienes además aprovechan para fotografiar el complejo que la rodea, compuesto por la Catedral, el Baptisterio y el Campo Santo.
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¿Cuál es la inclinación de la Torre de Pisa?
Actualmente, la Torre Inclinada de Pisa presenta una inclinación de 3,99 grados. Esto equivale a que su extremo superior se encuentra desplazado unos 3,9 metros respecto de la vertical, según datos de LEGO y Structuralia.
La edificación, conocida en italiano como Torre Pendente di Pisa, tardó casi 200 años en completarse. Desde entonces, lleva más de 600 años en pie junto a la catedral de la ciudad y, gracias a su peculiar defecto, hoy se considera uno de los monumentos más importantes de Italia.
Este campanario medieval, que acumula más de 800 años de historia europea, representa un auténtico milagro de la ingeniería de la época.

Cómo fue la construcción de la Torre de Pisa
El proyecto surgió gracias a la ciudadana Berta de Bernardo, quien en su testamento destinó 60 soldi de oro para adquirir la piedra necesaria para levantar un campanario. Un año más tarde, en agosto de 1173, comenzaron los cimientos detrás de la actual Catedral de Pisa.
En aquel tiempo, Pisa era un puerto comercial independiente y sus habitantes buscaban un símbolo que reflejara el poder económico y cultural de la ciudad. Por ello, la torre se diseñó como una de las más altas de Europa, con columnas talladas y bajorrelieves de gran complejidad artística.

Tras cinco años de construcción, y con solo dos plantas terminadas, surgió un problema inesperado: la escasa profundidad de los cimientos y la inestabilidad del suelo provocaron la famosa inclinación.
La obra se detuvo durante casi un siglo y se reanudó recién en 1272, cuando se sumaron cuatro pisos más. La séptima planta se completó en 1319 y la cámara de campanas en 1372.
Al concluirse, la torre alcanzó los 56,4 metros de altura, distribuidos en ocho plantas. Además, se instalaron siete campanas, una por cada nota de la escala musical, lo que aumentó todavía más el peso de la ya frágil estructura.
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