Benito Fernández fue entrevistado por los alumnos de Periodismo de Editorial Perfil en el Ciclo de Conferencias que se desarrolla en la Escuela de Comunicación. El diseñador se mostró muy crítico del rumbo de la economía, aseguró que no importa lo fashion sino “vestirse como uno quiera” y opinó sobre la legalización del aborto: “Si hay dos vidas, ¿a cuál salvo?”
-El rubro textil es uno de los más castigados en esta crisis económica, ¿Qué puede decir al respecto?
-Sí, esta crisis nos está pegando a todos. Es uno de los peores momentos que estamos pasando. En los shoppings no hay consumo, te empezás a cuestionar un montón de cosas, te reempleantas por qué no vendes. Es uno de los momentos más difíciles para la industria textil.
-En relación con todos los talleres en negro que han salido a la luz, que mucha gente de renombre utiliza, ¿Usted qué opina?
-A mí me hicieron un escrache hace muchos años con Laurencio Adot y Jorge Ibáñez. Fui sobreseído, pero eso se usó como una pantalla mediática. Tenía muchos contratos internacionales y me perjudicó mucho. Por otro lado, fue una injusticia lo que me hicieron y el escrache que hicieron sin las pruebas, sin la veracidad de las cosas.
-Pero, ¿usted le dio trabajo a talleres en negro?
-No, ese es el tema. Lo que si nos pasa, y que me parece que es fundamental, es que existan los controles desde el Estado en los talleres clandestinos. Yo tengo un control, pero hago veinte mil prendas y nunca voy a poder saber a dónde van esas prendas en un punto, entonces me parece que tiene que ser algo más en conjunto. Es un tema muy delicado. En lo social, soy el primero en ponerme los guantes, no así en la política, que es algo que no me interesa, pero si me parece que tiene que haber controles.
-Cuando hizo los diseños para las remeras de un supermercado, ¿le puso la misma inspiración que usa para un vestido de alta costura?
-Me adapto. Por eso también fue criticado, por todo soy criticado. Me gusta cambiar, me gusta renovarme y los desafíos, y sobre todo en estos 30 años estar al lado de las mujeres. Crecieron mucho, cambiaron mucho, evolucionó mucho. Es como raro todo lo que cambiaron en tan poco tiempo. Hizo que mi carrera evolucionara mucho, el estar tan cerca de las mujeres. El fenómeno social de ustedes lo vamos a poder estudiar en unos años y el cambio en estos últimos 20 años es rarísimo, todos los derechos y todas las cosas en tan poco tiempo, tan corto, antes tardaban 100 años. El estar cerca de la mujer me hizo no tenerle miedo a nada, menos a los cambios.
-¿Tiene una posición tomada al respecto de la Ley de la legalización del aborto?
-Es un tema que hay que debatirlo muy profundo. Pensaba, si hay dos vidas… ¿dejó morir a las dos, salvo a una, a cuál salvo? Es como tener dos hijos y tener que salvar a uno, ¿A cuál salvo? No, mejor como no puedo decidir, ¿que mueran los dos? Es muy difícil. Yo soy padrino de la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (ASDRA), hace un tiempo hice un desfile y llegando al final, se premió al chico que tuvo algún desarrollo laboral grande. Sube el muchacho, da unas palabras a los padres, se baja del escenario, vuelve corriendo y dice: “Perdonen a todos, pero, me olvide de agradecerle a mi papá y a mi mamá por no haberme abortado y haberme dado la vida linda que me dieron”. Se me pone la piel de gallina, en ese momento yo estaba con un amigo mío y mi hijo, no pudimos hablar más. Al otro día yo decía: “Este chico con Síndrome Down está hablando de algo que nosotros no podemos hablar”. Son esos temas que la verdad decís “¡¿qué nos pasa que no podemos hablarlo con sinceridad?!”, y no poniendo las banderas, y los vestidos verdes. Esto no es una protesta, es otra cosa. Estamos hablando de la vida, de salvar. Si yo tuviera que votar, votaría por la despenalización, que me parece lo más justo para la mujer en este punto. Pero me parece que estamos perdiendo el foco de porqué eligen eso. Estoy en desacuerdo con el aborto, no abortaría ni lo he hecho, e impediría todos los abortos que pudiera si voy al caso pero me parece que es un tema muy álgido.
Agustina Ortiz, Carla Manzo y Margarita Elías
(Alumnos de Primer Año de Periodismo - Escuela de Comunicación de Editorial Perfil)