Hace menos de veinte años la mayoría de los ejecutivos debía optar entre uno de estos tres canales para gestionar sus comunicaciones: verbal presencial, verbal telefónico o verbal escrito. La cantidad de canales se incrementó exponencialmente. Existen ahora varias alternativas verbales, escritas y la modalidad intermedia denominada virtual (teleconferencias, herramientas colaborativas, entre otras). Este contexto demanda que las actividades formativas en el ámbito de los negocios se redefinan, incluyan nuevas tecnologías y generen contenidos enfocados y aplicables de manera inmediata. Existen diversos ejemplos de cómo se ha implementado esta premisa con éxito.
◆ La gamificación implica llevar el mundo de los videojuegos hacia la educación. Permite aprender a través de la aplicación de conocimiento de una manera que resulta entretenida. El juego Shark World constituye un buen ejemplo del concepto (sharkworldgame.com/), con el desafío de lograr la buena performance de un proyecto empresarial.
◆ Simulaciones: en el mercado internacional se valoran, especialmente para las certificaciones globales. Existen varias para diferentes profesiones. La mayoría de ellas se obtienen a través de exámenes y el cumplimiento de ciertos requisitos curriculares. Para estas temáticas los simuladores de exámenes online (bancos de preguntas con corrección automática) constituyen un mecanismo muy potente de entrenamiento. En exams.rmcls.com/ puede verse una demo de un ejemplo concreto para preparar la certificación como Project Manager.
◆ Casos locales: durante años los posgrados de negocios formaron a sus estudiantes con casos redactados mayormente en escuelas internacionales. Hoy los alumnos requieren que estos casos se basen en coyunturas locales. Esto obliga a muchos profesores a generar sus propios casos de negocios.
◆ Open spaces: se reúne un grupo de personas en un ámbito determinado y se propone colaborativamente un listado de temas a presentar (en general alineados a un tópico específico). Cada interesado en hablar propone un tema. Se acomodan tales temas en una agenda, con simultaneidad de varios de ellos. El lugar físico debe proveer acomodación para esta situación. Cada participante elige en qué charla participa y no está obligado a permanecer en ella si no despierta su interés. Esto se conoce como “regla de los dos pies”, utiliza tus dos pies para irte de una charla improductiva. Comúnmente estos eventos duran de 2 a 4 horas y cada exposición no lleva más de 20 minutos.
◆ Livings temáticos: constituye una dinámica en la cual se preparan y ambientan una cantidad determinada de “livings” en los cuales un especialista abordará un tópico específico desde el punto de vista de su aplicación a situaciones reales y un coach guiará al grupo de participantes hacia un objetivo específico. Su meta es transformar la capacitación en algo vivencial. La cantidad de asistentes suele rondar las 15 personas por living; su duración es de 15 a 30 minutos y se repiten en continuado mientras dure el evento. Los asistentes eligen libremente en cuáles participar.
◆ Comunidades de interés: constituyen un ámbito en base al cual profesionales de una misma disciplina se reúnen con el objetivo de profundizar en ciertos tópicos. Por ejemplo, existen comunidades de desarrollo profesional, gobierno, posicionamiento de la profesión. Comúnmente se encuadran dentro de alguna asociación o cuerpo colegiado, el cual les da institucionalidad. Sus participantes adquieren el formato de voluntariado, en base al cual llevan iniciativas adelante. Se establecen fechas específicas para las reuniones de comunidad y, entre ellas, se avanza en las iniciativas propuestas. Tales iniciativas pueden implicar generar reuniones fuera del ámbito de la comunidad, realizar encuestas, generar conocimiento y cualquier otra alternativa que les permita desarrollarse a sus miembros dentro de su profesión.
◆ Plataformas online y virtuales: existen diversas plataformas que permiten capacitar de manera remota. Algunas de ellas, como Blackboard (blackboard.com), ofrecen interacción online entre los alumnos y sus profesores, y otras, como Kahn Academy (khanacademy.org/), presentan contenidos y ejercicios para que los interesados profundicen. Este tipo de herramientas permite que el conocimiento llegue a lugares a los cuales no podría hacerlo de otra forma y también optimiza tiempos y costos de traslado.
◆ Mensajería instantánea como plataforma para compartir conocimiento. Si bien su esencia es mayormente informal, plataformas como WhatsApp permiten a los grupos académicos compartir muy fluidamente novedades y tópicos cortos vinculados con los temas que están tratando. Es cada vez más común que cada cohorte académica cuente con grupos específicos de mensajería instantánea.
◆ Redes sociales como generadoras de conocimiento. Así como se crean grupos de mensajería instantánea para compartir temas simples y cortos, las redes sociales representan un ámbito más adecuado para intercambiar cuestiones más elaboradas vinculadas con la capacitación. En Linkedin y Facebook cada universidad reconocida dispone de grupos de difusión propio, lo mismo ocurre con sus carreras.
◆ Streaming. En la actualidad se puede acceder a clases grabadas e instructivos de casi cualquier tópico. YouTube es el ejemplo más conocido. Quien desee profundizar puede recibir de primera mano diversas visiones y explicaciones sobre un mismo tema.
Muchas instituciones académicas integran algunas de estas herramientas en plataformas que suelen llamar web campus, campus virtual o algún nombre similar.
La aplicabilidad de estas dinámicas está demostrada y es sumamente valorada por quienes buscan capacitarse. Existen ejemplos en nuestro país que trascienden el ámbito privado, como la Cámara de Diputados de la Nación, que se encuentra trabajando en la preparación de un evento bajo el formato de livings temáticos para que sus colaboradores experimenten los tópicos que guían su planificación estratégica.n
*Director de la Especialización en Gestión de Proyectos de la Ucema.