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Julia Mengolini: “Yo no soy ni más ni menos militante que Nelson Castro”

La periodista participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación. Críticas a la Corte Suprema y a los "grandes medios ". Los problemas de comunicación del Gobierno y la crítica por la "falta de gestión".

Julia Mengolini
Julia Mengolini fue entrevistada por los alumnos del Posgrado Perfil - USAL. | Captura de pantalla

Julia Mengolini participó de una conferencia de prensa virtual organizada por estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación del Grupo Perfil y la Universidad del Salvador (USAL). “El término periodista militante siempre me pareció feo y torpe. Creo que es un término inventado, sobre todo, para desprestigiar el trabajo de los periodistas que se asumen de alguna manera, más cercanos al peronismo, al campo nacional y popular”, sostuvo.

La periodista y fundadora de Futurock FM también criticó el “exceso en las facultades” de la Corte Suprema y se refirió a las dificultades del Gobierno para hacer frente a la pandemia. “El Presidente habla demasiado, tiene pocos voceros, las cosas se comunican mal, muchas veces se adelantan acciones con pocos datos, a veces se especula un poco con la información y, al mismo tiempo, le falta un poco de gestión”, aseguró Mengolini en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.

 —¿Por qué decidió ser periodista?

 —Porque me gusta mucho la política, creo que hay una necesidad de cambiar las cosas y creo que podríamos construir un mundo mejor. Me parece que la comunicación es un ámbito desde donde se puede laburar un poco más, para ir por ese mundo mejor. Haciendo comunicación también se hace política y, en algún punto, me di cuenta de que esa comunicación estaba bastante acaparada por las ideas dominantes de la derecha y que había un lugar ahí, un vacío comunicacional y un lugar para conquistar. Una comunicación más popular y que viniera tal vez a plantear ideas más igualitarias de lo que yo entiendo que plantea el periodismo hegemónico.

 —¿Qué significa para usted ser periodista militante?

El término periodista militante siempre me pareció feo y torpe. Creo que es un término inventado, sobre todo, para desprestigiar el trabajo de los periodistas que se asumen de alguna manera, más cercanos al peronismo, al campo nacional y popular. Pero creo, que no son ni más ni menos militantes que los periodistas que están, si se quiere, en el otro lado de la grieta, para usar términos que son familiares para todos nosotros. Yo no soy ni más ni menos militante que Nelson Castro, la verdad es esa. Me parece que, o somos todos periodistas militantes, o ninguno lo es. Ha sido un término acuñado para deslegitimar el trabajo de los periodistas de un lado que, al mismo tiempo, quizás torpemente, lo asumieron propio, lo usaron y llevaron como bandera. Me parece un término torpe y mentiroso, porque en definitiva todos somos periodistas militantes al final, porque todos tenemos una idea sobre el mundo que queremos construir y nuestro trabajo siempre está un poco en función de esa idea. No creo que sea cierto que exista la objetividad, no creo que sea cierto que los periodistas solo venimos a informar de manera impoluta y aséptica. Pero creo que, en definitiva, es un mote despectivo y por eso intento erradicarlo, no lo uso y no me lo apropio.

Julia Mengolini Posgrado

 Cristina Kirchner se refirió al fallo de la Corte sobre el decreto presidencial y lo relacionó con un “golpe”. ¿Cuál es su opinión al respecto?

—Estamos en un momento en el que el Poder Judicial está excediéndose un poco de lo que son sus facultades y creo que es un gran problema para el funcionamiento democrático de la República. Hay cuestiones que son políticas y que se tienen que solucionar dentro de la política. Este momento preciso, en plena pandemia, hay decisiones que tiene que tomar la política, porque son cuestiones sanitarias. Que se resuelven en consulta con los expertos que saben de epidemiología y creo que la Corte se excedió claramente en sus facultades. En ese sentido, es un golpe a la institucionalidad: cinco magistrados con sus togas no pueden decidir lo que tiene que decidir la política. No sé si lo llamaría golpe, eso fue una definición de Cristina, pero sin ninguna duda hubo un exceso en las facultades propias de la Corte y esto es un gran problema para la política.

 —¿Le haría alguna crítica al gobierno de Alberto Fernández?

 —Sí, varias. Me parece que el gran lugar común es la comunicación. El Presidente habla demasiado, tiene pocos voceros, las cosas se comunican mal, muchas veces se adelantan acciones con pocos datos, a veces se especula un poco con la información y, al mismo tiempo, le falta un poco de gestión. Me gustaría ver una gestión más vigorosa, pero es muy difícil evaluar de forma objetiva y justa, cuando estamos en plena pandemia. Hay un montón de críticas que le podría hacer, pero es una situación tan anómala, hace cien años que la humanidad no pasaba por una situación como una pandemia, entonces, cuando ves el manejo de otros países con recursos más o menos similares a los nuestros, reconocés que no fue tan mala la gestión, porque podría haber sido mucho peor. Insisto con esto, no creo que exista un país que lo haya hecho perfecto. Tal vez Nueva Zelanda, pero son tan distintos los factores que definen a Nueva Zelanda que es difícil comparar países con tan diferentes recursos. Pero sí, anhelaría un poco más de gestión, más trabajo, en definitiva.

 —¿Qué piensa sobre la disputa por el aumento de tarifas generada entre el ministro de Economía Martín Guzmán y el subsecretario Federico Basualdo?

 —Hay que entender que el frente que ganó las elecciones y gobierna es justamente un frente conformado por distintas fuerzas políticas y, por lo tanto, tienen distintas visiones. En los últimos dos días hubo una especie de discusión sobre la Tarjeta Alimentar, que a mi me parece una discusión bastante interesante. Esto hace evidente que hay distintas visiones hacia dentro del frente gobernante y que, de alguna manera, se están saldando mejor de lo que presentan los grandes medios de comunicación, donde cada discusión que hay pareciera que es el fin de todo y, en definitiva, lo que ves es que todos están pudiendo expresar su opinión, que ninguno se tuvo que ir y que al final permanecen. La solución fue bastante salomónica, las tarifas se van a aumentar, por ahí no tanto como quería Guzmán, sino menos. En alguna medida, se llegó a un punto medio entre lo que quería Basualdo y lo que quería Guzmán, y los dos permanecen en sus puestos. Tal vez, el plan económico de Guzmán es sobre el presupuesto que él planteo para este año y no creo que este año se parezca mucho a lo que él planificó. Creo que no estamos para subir las tarifas demasiado, porque a la gente no le va a dar el cuero, estamos en un momento de pandemia, de crisis económica, en el que la segunda ola está pegando más de lo que el propio Guzmán se podría haber imaginado y, la verdad, no da el cuero.

¿Qué opinión le merece que una persona procesada y condenada por la Justicia, como Amado Boudou, dicte una conferencia en la UBA?

 —A mi me parece que en la UBA puede dar una charla cualquiera. No me parece que una persona procesada y condenada se le pueda quitar el derecho a expresarse, ni a la gente que le quiera hacer preguntas. Creo que es una muy buena nota, además, entrevistar a Boudou. Por eso, me parece también raro y muy condenatorio por parte de un estudiante de Periodismo que piense que Boudou, deba quedar callado para siempre. Fue un vicepresidente, aunque a vos te parezca condenable y exista esa condena no deja de ser una buena nota. Chicos, sigan pensando como periodistas.

—Le agradecemos su participación en el Ciclo de Entrevistas de Perfil Educación y le damos la posibilidad de cerrar el reportaje con un comentario final que usted quiera realizar.

 —Muchas gracias por la invitación.

Por María Luz Rubio Arguello, Florencia Nella Castro y Santiago Rojas
Estudiantes de Periodismo de Perfil Educación
Posgrado en Periodismo de Investigación Perfil-USAL