La interna en el gabinete económico empezó temprano este viernes 30 de abril. Primero, desde Economía surgió la información de que el subsecretario de Energía, Federico Basualdo, había sido echado del cargo. Esto fue desmentido por el kirchnerismo, lo que dejó a Guzmán en una situación muy débil y por la noche se hablaba de su renuncia.
“Ya tenemos reemplazo”, se jactaba una fuente K del Gobierno en diálogo con PERFIL.
Por la tarde, la renuncia del subsecretario esto fue desmentida de manera tajante por el kirchnerismo más duro: “Nunca existió el pedido de renuncia a Federico Basualdo”, dijeron a PERFIL estas fuentes.
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La controversia planteó una disputa entre el Instituto Patria, que representa al kirchnerismo más duro y cercano a Cristina Kirchner y el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Guzmán es visto como demasiado “ortodoxo” para el paladar K, más en épocas de elecciones.
Y si bien como Basualdo y el interventor del Enargás, Federico Bernal, Guzmán también tiene llegada a la vicepresidenta. Pero la situación de cada uno es distinta.
Cristina Kirchner en varias oportunidades desautorizó al ministro: una vez afirmó que había que alinear sueldos y jubilaciones con las tarifas y, mientras Guzmán intenta bajar el déficit fiscal, desde el Patria insisten en aumentarlo en un año eleccionario.
Guzmán habló de segmentar los aumentos de los servicios: “El que más tiene, más va a pagar”. Cristina se mostró opuesta a la segmentación.
Federico Basualdo gana espacio
Es por esta oposición del propio sector del Gobierno que dirige la vicepresidenta, y ante el presunto pedido de renuncia a Basualdo que se resiste a dejar su cargo apoyado por el kirchnerismo, es que “Guzmán está contra las cuerdas”, dicen desde Hacienda a PERFIL.
Las fuentes, es su desmentida a la renuncia de Basualdo, hablaron a PERFIL de “operaciones de prensa” y destacaron que “el Estado está haciendo un esfuerzo fiscal muy grande para sostener el funcionamiento del sector y su cadena de pagos, y desde la Secretaria se están desarrollando los instrumentos necesarios para hacer más eficientes el uso de los subsidios energéticos”.
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Y si bien nunca hablaron del aumento de las tarifas, estas fuentes se encargaron de aclarar a PERFIL que “Basualdo NUNCA (en mayúsculas en el original) planteó el congelamiento de la tarifa. Las audiencias públicas marcan claramente el sendero: cuidar el bolsillo de la gente y dar previsibilidad al sector”.
“Basualdo sostiene que en el marco de la pandemia el aumento nunca podía LLEGAR (sic) a los dos digitos. Esto se fundamenta en la dificil situación que atraviesa la Argentina y en particular la provincia de Buenos Aires”, remarcaron.
“En ese sentido –insistieron-- habrá UN SOLO (sic) incremento del 8%. Es falsa la versión de un segundo aumento. El impacto de la pandemia en el bolsillo de los argentinos y argentinas, sumado a la pesima situación económica que dejó el macrismo, hacen imposible un aumento mayor. En las próximas horas se dará a conocer de manera oficial esta medida”.
Las propuestas de Martín Guzmán
Esto se enfrenta a la postura de Guzmán de bajar el déficit fiscal, vía menor gasto; reducir subsidios de tal forma que no superen a los del año pasado y, por lo tanto, un incremento de tarifas.
Aquí es donde sale a tallar Federico Bernal, interventor del Enargas, quien declaró que los aumentos de gas “no deberían superar el 6% o el 7%”. Lejos de las expectativas de Guzmán.
Incluso del secretario de Energía, Darío Martínez, había dicho en Reperfilar que las posibilidades de que las tarifas acompañen la inflación son escasas y que el incremento no debería superar el 9%.
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La Secretaría de Energía había apoyado a Martín Guzmán en su intento por despedir a Basualdo, según dicen a PERFIL desde Economía.
Voceros le habían dicho a La Nación que “Basualdo se va por incompetencia. Se le pidieron escenarios de costos que nunca presentó. Tampoco avanzó con un eje fundamental de la gestión, que es la segmentación de tarifas. Ese pedido se hizo en diciembre de 2019”. Pero el subsecretario de Energía se habría atrincherado en su cargo con el apoyo del Instituto Patria.
Este choque entre Guzmán con un funcionario que no le obedece y tiene el aval del kirchnerismo de paladar negro deja al ministro en una situación con muy poco margen. Mientras tanto, como se quejaron las fuentes K, las operaciones de prensa siguen su marcha. Aunque se esperan definiciones pronto.
