A comienzos de este año conversamos con Florencia Naftulewicz, prolífica autora y actriz argentina, cuando estrenó Quieto, una conmovedora obra para la que llevó al off por primera vez a Miguel Angel Rodríguez, dirigidos por Francisco Lumerman. Luego de una temporada exitosa en la que lograron tocar la sensibilidad del espectador con esta historia de una hija y un padre que se reencuentran. Pero se trata de un reencuentro forzado por ella, que se instala en la casa del progenitor con la intención de sacarlo de su encierro voluntario después de la viudez.
Uno de los muchos espectadores que fue a verlos en Nün Teatro porteño fue Carlos Rottemberg. Y al día siguiente ya estaba hablando con una de las productoras, Alejandra Menalled, para llevar la propuesta al verano marplatense. Sabemos que Rottemberg es osado y capaz de jugársela por lo que cree que vale la pena. Sin dudas, llevar este drama cotidiano a una cartelera tan variada como la marplatense es un riesgo que aporta algo distinto a lo que se suele ofrecer en esa plaza será otro de sus aciertos, que el público agradecerá concurriendo a la sala del Teatro Bristol a partir de 3 de enero de 2025.
Durante el lanzamiento de la temporada teatral en la costa tuvimos oportunidad de volver a charlar con Florencia, quien reconoció que lo que ocurrió con Quieto "es muy fuerte. Es la primera vez que me pasa y también es una gran enseñanza para mí de confiar en los materiales, en el trabajo, en los equipos. No hubiese podido hacerlo sola. Confié mucho en el material en un primer momento, pero después tuve la suerte de estar acompañada por un grupo de productoras que me agarraron de la mano, tomaron el material y lo defendieron a fondo para que hoy podamos ir Mar del Plata. Para mí es todo nuevo, y estoy feliz y agradecida. El teatro tiene eso, a veces suceden estas cosas".
Con funciones todos los días menos los miércoles, Naftulewicz se alegra de que con este cambio "se puede acercar más gente" a verlos. "Es una obra para todo el mundo y para todos los teatros. Se adapta a cualquier espacio, porque es una historia tan chiquita, y para mí real, de un padre y una hija de la que todos nos sentimos identificados". Asimismo, sobre su debut esperanzado en esta plaza teatral, la autora y protagonista de Quieto asegura que se va "con toda mi familia, así que estoy muy contenta. Con respecto a las expectativas, primero quiero disfrutarlo, tanto el público que va a veranear como los locales pueden acercarse a vernos y por eso tengo mucha ilusión. Quiero que vengan a ver algo algo diferente, quizás más dramático, pero no van a venir al teatro a sufrir sino a ver una historia linda, porque tiene un final lindo. Te va a tocar. Tenés la posibilidad de estar una hora pasando por todas las emociones. Eso sólo lo logra el teatro, ese hecho vivo y único. Pasamos del humor a la emoción y de la risa al llanto. Sentimos que al espectador le va a gustar mucho".