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Diez Curiosidades de “Mujeres de Puerto Madero”

El libro, escrito por Paula Margules y María Esther Bazo Domínguez, relata treinta y cuatro biografías de quienes hicieron historia.

Mujeres de Puerto Madero
Mujeres de Puerta Madero. | Cedoc

“Mujeres de Puerto Madero” reúne las biografías de quienes dan nombre a las calles del barrio más nuevo de Buenos Aires. Ellas vivieron en distintas épocas; nacieron en geografías diferentes, padecieron el mismo mundo dividido en dos: masculino y femenino. Estas pioneras creyeron en sus propias potencias. Y en sus derechos. Lucharon para conquistar aquello que la mayoría ni siquiera se planteaba: vivir en un mundo común a varones y mujeres, con igualdad de oportunidades. Y de acción.

En el devenir de la investigación y la escritura, encontramos sorpresas. Compartimos diez curiosidades, por orden de fechas:

1 - En 1780, Micaela Bastidas, en una carta, alertó a su pareja, Túpac Amaru, sobre los peligros que acechaban, escribió: “Bastantes advertencias te di para que fueses al Cuzco, pero has dado todas a la barata, dándoles tiempo para que se prevengan como lo han hecho poniendo cañones en el cerro de Piccho y otras tramoyas tan peligrosas, que ya no eres sujeto de darles avance. Que Dios te guarde muchos años”…

2 - En 1882, Cecilia Grierson, primera médica de la Argentina, quiso ingresar a esa Facultad. Se le exigió haber aprobado latín. Materia que sólo se dictaba en el Nacional de Buenos Aires, colegio ex­clusivo para varones.

3 - Entre el final del siglo XIX y el comienzo del XX, durante ocho años, Marcelo T. de Alvear, futuro presidente de la Argentina, siguió a Regina Pacini, entonces exitosa “prima donna”, en su gira por Europa. Adonde ella fuese a cantar, estaba él. Nunca la visitó en el cama­rín, siempre le enviaba rosas. Y un telegrama.

Se casaron en Lisboa, el 29 de abril de 1907.

4 - En 1904, la novela, “Stella”, agotó, en tres días, la edición de mil ejemplares. Por decisión de la autora, se publicó sin firma. Que una mujer escribiese literatura, y publicase su obra, era grave vergüenza social. La expectativa por conocer al autor fue tal, que se organizó un concurso para adivinar el nombre. Emma de la Barra no quiso exponer a su familia al escándalo. Siguió escribiendo. Para publicar, habitó nombre de varón: firmó como César Duayen.

5 - En 1910, en el I Congreso Femenino Internacional, en la Argentina, Fenia Chertkoff presentó su proyecto de Ley de la Silla: obligaba a los empresarios a facilitar un asiento a sus empleados. Se concretó nueve años después, por iniciativa de Alfredo Palacios.

6 - El 18 de marzo de 1919, en la esquina de Rivera Indarte y Rivadavia, plena ciudad de Buenos Aires, la multitud escuchó a la doctora Julieta Lanteri, primera mujer argentina que exigió el derecho a voto. Hizo su propia campa­ña electoral, para ser diputada. Cara a cara, decía: “Señores, vótenme”. En su plataforma propuso fijar pre­cios máximos para algunos alimentos y los principales artículos de consumo. Además exigió salarios iguales para hombres y mujeres, en trabajos equivalentes.

7 - El 15 de abril de 1935, Niní Marshall estrenó “La manteca argen­tina”, en LS1 Broadcasting Municipal, programa auspiciado por una marca de ese producto. Desde el primer día, Niní sumó innovaciones: para que el público imaginase que ella co­cinaba, mientras daba sus propias recetas, creó efectos especiales: con un dedo en la boca lograba el ruido de la leche al caer en el recipiente; frotaba papeles de lija para simular la reacción del aceite hirviendo al recibir las papas; con golpes de las uñas contra la mesa semejaba romper un huevo. Cada día, con elementos insólitos, le daba mejor sabor a su audición. Sazón sonora.

8 - El miércoles 13 de noviembre, también de 1935, Carola Lorenzini, se convirtió en la primera mujer que voló, sola, sobre el Río de la Plata. Los aviones carecían de instrumental: la ruta aérea se seguía, mirándola. Para saber cuánto combustible había, se golpeaba el tanque, en pleno vuelo. El sonido daba la respuesta. En aquel descenso falló el altímetro. Carola, sin mayores inconvenientes, atravesó la bruma y aterrizó cerca de Carmelo, Uruguay.

9 - En 1948, Olga Cossettini escribió en un acta de trabajo, para uso interno: “Lo fundamental es desarrollar la conciencia social [del niño]. Destruir prejuicios […] combatiendo el egoísmo dentro y fuera de la escuela. El maestro que conoce a medias, enseña a conocer a medias. La indiferencia cívica es intolerable. No es posible vivir a espaldas de los problemas. Hay que estudiarlos, sentirlos… Combatir el egoísmo. [Hace falta una] entrega total. Mientras no exista una corriente de solida­ridad es inútil ensayar métodos… Habremos perdido el tiempo”.

10 - Después de mucho buscar, en una librería de viejo, conseguimos un ejemplar, de “Toda la función”, de Marta Lynch. Largas horas más tarde, al abrirlo, descubrimos que, en la primera página -en el negocio ni la miramos-, de puño y letra, dice: “A”… un blanco para poner el nombre del destinatario, “con el afectuoso recuerdo de Marta Lynch. 1982”.