Perfil
CóRDOBA
ATAQUE MAFIOSO

Carrasco marcó en la Justicia a quien sería su posible atacante

El sobreviviente de tres disparos, que un desconocido le realizó a quemarropa, opinó que el silencio de las autoridades es “por temor al Surrbac o complicidad”.

13_1_2019_pablocarrasco_finopizarro
ESCENA. En el living de la casa estaban Pablo Carrasco y su yerno cuando el atacante se paró en el umbral y efectuó cuatro disparos, uno de los cuales no salió. Se salvó de milagro. | Fino Pizarro

El miércoles 2 de enero, entre las 22:20 y las 22:30, Pablo Carrasco (37 años) fue víctima de un ataque con un arma de fuego. Un desconocido se plantó en el umbral de su vivienda y le disparó a quemarropa. “Tiró a matar -sostuvo-. No se equivocó, estoy vivo solo porque Dios existe”.

Las balas le ingresaron en el muslo derecho, en el abdomen y el antebrazo izquierdo. Todas quedaron alojadas en su cuerpo y no afectaron ningún órgano vital.

Sin embargo, a diez días del ataque, el dolor persiste. Carrasco, quien camina encogiendo la pierna herida, recibió el jueves último a PERFIL CORDOBA en su casa.

En el mismo lugar, donde aquel día estaba sentado en un sillón de un cuerpo a poco más de dos metros en paralelo a la puerta de ingreso a la casa.

Las dos puertas (tanto la de madera como la reja que la protege) estaban abiertas “porque hacía mucho calor”, recordó. Carrasco jugaba a la play con su yerno, Franco, de profesión policía. “No fueron más de cinco segundos”, relató. El yerno hizo el ademán de desenfundar el arma reglamentaria, pero se dio cuenta de que no la llevaba consigo.

Salió corriendo detrás del delincuente y solo pudo ver un auto gris que se alejaba. Según describió, se trataría de un VW Crossfox, pero no sabe con certeza si circulaba casualmente o era el vehículo que trasladó al atacante.

“Nunca lo había visto”, indicó Carrasco al referirse al rostro de su agresor. “Fue un hombre robusto, de 1,65 metro, pelo corto a los costados y largo arriba, tez oscura, de barba y bigote”.

El día de la entrevista, Carrasco acababa de hacer un reconocimiento fotográfico. “Marqué a uno”, le dijo a este medio, aunque explicó que no estuvo seguro de que efectivamente sea quien intentó matarlo.

Crese. Pablo Carrasco trabajó 14 años en la empresa municipal Crese. Llegó a ser chofer de camión en el enterramiento de Bouwer hasta que, en 2013, fue desafectado junto a otros trabajadores. Habían intentado formar una lista para competir en las elecciones de autoridades del Sindicato Único de Recolectores de Residuos y Barrido de Córdoba (Surrbac).

Dos años más tarde, “por convicción propia”, decidió denunciar judicialmente a directivos del gremio porque empresas a nombre de familiares eran proveedoras de la Crese. Calculó en unos $70 millones el monto del desfalco.

La justicia imputó a Pascual Catrambone, el número dos del Surrbac y mano derecha del secretario general, Mauricio Saillén.

Pese a estar patrocinado por el abogado del Sindicato de Camioneros, Carrasco sostuvo que nada tuvo que ver el gremio que lidera Hugo Moyano con aquella presentación.

—-Después del ataque, ¿habló con Moyano?

— No. Lo único que hizo Hugo Antonio Moyano es dejarnos la obra social después de haber sido despedidos. Y prosiguió: “Ni el intendente (Ramón) Mestre, ni otro funcionario municipal vino a solidarizarse. Mientras duró Crese con la intendencia de (Daniel) Giacomino fue lo mejor que tuvo Córdoba en recolección de residuos. Después, Lusa y Cotreco, con Mestre, hicieron lo que quisieron. Hay complicidad del intendente con el Surrbac.

Reiteró que a más de cuatro años de su despido aún no pudo cobrar la indemnización. Desde el municipio habían acordado el pago, pero según le dijeron “el Surrbac se opuso”. “Cómo será el poder que tendrá”, opinó.

Consultado a qué atribuye el silencio de las autoridades municipales respondió: “Tendrán miedo o habrá complicidad”. A pesar de la imputación penal en su contra, “Catrambone continúa como director titular de Cormecor”, la Corporación Intercomunal para la Gestión Sustentable de los Residuos Sólidos Urbanos del Área Metropolitana Córdoba, enfatizó con críticas Carrasco, al señalar que antes había sido director obrero de la exCrese.


HIPOTESIS


◆ Sin datos concluyentes, no se descarta ninguna hipótesis como móvil del atentado. 

◆ Investigadores están informados de la causa en la que la fiscal Patricia García Ramírez investiga a Pascual Catrambone, del Surrbac. 

◆ Por las lesiones, se deduce que el atacante usó un arma de bajo calibre. 

◆ Es llamativa la falta de profesionalidad del sicario, que actuó a cara descubierta. 

◆ Por varios indicios, no habría existido trabajo de inteligencia previo. 

◆ La vivienda familiar de Carrasco continúa con custodia policial.