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CóRDOBA
Destinos cruzados

De tal palo...

Varios famosos del deporte cordobés tienen herederos que también son destacados, aunque eligieron disciplinas diferentes a las que ellos practicaron o en las que sobresalen.

Padres e hijos deportistas
Gustavo Spallina, exfutbolista de Belgrano, y su hijo Federico, que juega al rugby. | CEDOC PERFIL
El grito “¡Dale, Moli!” no suena poco familiar a los oídos de un seguidor del deporte. Lo curioso es que no sucede en un ring de boxeo, sino cada vez que juega el equipo de fútbol del Club Atlético y Biblioteca Villa del Rosario, que el año pasado se consagró campeón de la Liga de Oncativo por primera vez en su historia. Moli no es otro que Leonardo, zaguero central del conjunto al que todos llaman “el Poli” y primogénito de “la Mole”, quien fue campeón argentino y sudamericano de peso pesado. No es el único caso de padre e hijo con destinos cruzados en el deporte.

Ángeles Ligorria fue hasta hace unos meses una jugadora destacada de Atenas, el club donde su padre Medardo, ex basquetbolista y actual presidente de la Agencia Córdoba Deportes, protagonizó la época dorada del “griego” en la Liga Nacional. La heredera de “el Lomo” hoy defiende los colores de Rivadavia de Villa María, el conjunto que representa a Córdoba en la Liga Femenina de Voleibol.

Gustavo “Gusti” Fernández, el número 1 del mundo en tenis adaptado y por lejos el mejor deportista cordobés de 2017, tiene un antecedente exitoso en su padre Gustavo Ismael Fernández, “el Lobo”, quien se destacó en el básquetbol como base de 9 de Julio de Río Tercero y de Atenas, entre otros clubes, y hasta hace unos días fue DT de Boca Juniors. En este caso, el legado basquetbolístico quedó en manos de Juan Manuel, “el Lobito”, quien juega en Pallacanestro Trieste de la Serie A2 italiana.

Oreste Berta, “el Mago de Alta Gracia”, trascendió al mundo como un destacado preparador de autos de competición y hoy le sigue la huella su nieto, Brian, uno de los más promisorios valores del golf cordobés, quien ya participó en varias giras internacionales y obtuvo el tercer puesto en el Nacional de la categoría Junior que se disputó en Buenos Aires,

El exfutbolista Gustavo Spallina, ícono del Belgrano de los ’90, siempre siguió con orgullo la actividad de Federico, su hijo rugbyer, quien desde pequeño se destacó en las divisiones menores del Jockey Club. Atraído por los vaivenes de la pelota ovalada, “El Tano” hasta llegó a entreverarse en algunos torneos con los seniors de la tradicional institución de la zona sur.

Otro antecedente en la materia es el exboxeador Juan Domingo “Martillo” Roldán, cuya hija, María Belén, se destacó años atrás jugando al voleibol en 9 de Julio Olímpico de Freyre y en los seleccionados argentinos.