Protagonista en el escenario nacional, Schiaretti va por las elecciones tempranas

La charla se produjo en uno de los despachos de un legislador del oficialismo en la Unicameral. El parlamentario, casi sin rodeos, le dijo a su interlocutor la estrategia de Unión por Córdoba para esta última parte del año y el objetivo final de la gestión que encabeza Juan Schiaretti.

“En diciembre entra un nuevo proyecto, se vuelve a modificar la ley electoral y se vota en los primeros meses del año que viene. Algunos ansiosos quieren marzo, pero será entre abril y mayo”, espetó el legislador peronista desnudando, así, el plan que manejan los principales operadores del partido en la Legislatura. La oposición está al tanto. Lo saben desde Cambiemos al kirchnerismo, pasando por la izquierda.

Reconocen –casi resignados– que el oficialismo cuenta con los votos suficientes para enhebrar la jugada. Será similar a lo ocurrido el año pasado cuando, en la última semana de diciembre, los pesos pesados que tiene el PJ en la Unicameral –Oscar González y Carlos Gutiérrez– ingresaron el proyecto votado este año y tiene, entre otras modificaciones, la doble candidatura. Esta posibilita que el candidato a gobernador que se presente en 2019 y no gane, pueda asumir como legislador por su espacio.

Anuncio en casa nueva. En el seno del schiarettismo quieren anunciar la fecha de la elección el 1 de febrero con la apertura de sesiones y en el nuevo edificio de la Legislatura. Un conocedor de los pasillos de esa porción del poder reconoció a este diario que si no terminan la totalidad de la obra, el recinto estará listo porque fue una orden expresa de Schiaretti.

El contexto 2018 cambió tras la inesperada muerte de José Manuel de la Sota y la crisis económica que atraviesa el Gobierno nacional. Precisamente, esto último le transmitió Schiaretti a su entorno y lo habló en las dos reuniones clave que tuvo en la semana: la primera, el miércoles con un claro mensaje al PJ cordobés, con la foto junto a Eduardo Accastello. La segunda, con repercusión nacional, en el encuentro con Sergio Massa, Miguel Pichetto y Juan Manuel Urtubey.

En Buenos Aires el póquer peronista coincidió en que los brotes verdes, si es que llegan, estarán recién sobre el final del primer semestre del 2019. Por ese motivo buscan un impacto electoral temprano que tenga repercusión nacional y creen que el único distrito que puede garantizarlo es Córdoba, con tres ingredientes fundamentales: la imagen de un candidato que ya está definido, como Schiaretti; los problemas que tiene la filial cordobesa de Cambiemos para demostrar unidad e ir detrás de un líder; y lo que significaría una derrota para el Ejecutivo nacional en esta provincia.

La incógnita para el resto de los flamantes socios del gobernador es qué objetivo se puede poner el cordobés si gana la elección provincial. Ciertos sectores de UPC consideran que lo puede posicionar bien en un contexto complejo desde lo político, y con la Nación poniendo en duda las Primarias. De todas maneras, están también los que ven difícil la doble jugada -en Provincia y Nación- entre las metas del gobernador. Por su parte, mientras una parte de los socios cordobeses cree que al objetivo reelección de Cambiemos a nivel nacional favorece una parada electoral que piensan que, si Casa Rosada decide competir en serio, a Schiaretti se le puede volver en contra. Algo que por ahora, al oficialismo provincial que ya empezó a tejer acuerdos en el calendario con los intendentes de la oposición, no le preocupa en absoluto.

Obras y acuerdos con los K. Las dos cuestiones en las que debe trabajar Unión por Córdoba ahora están referidas a la ingeniería. Una es política, en el tejido con el kirchnerismo, y la otra civil, que marca el ritmo de inauguraciones de las obras. Por esta última, se van a acelerar en lo que resta del año, mientras que en la amplitud que busca el schiarettismo con otros sectores, a buena parte del kirchnerismo no le cayeron bien las dos fotos de esta semana del dueño del despacho principal de El Panal.

La imagen con Accastello no fue bien vista en algunas facciones K porque se trató de algo absolutamente personal e inorgánico. “Accastello tiene imagen en Villa María y el departamento San Martín, pero no se movió en representación de otros sectores. Cada uno maneja el diálogo con la Provincia de manera individual” señaló a este diario un referente del kirchnerismo que, por ahora, considera que no habrá respaldo legislativo a un nuevo artilugio electoral del oficialismo.

En tanto, la foto del PJ Federal sigue cayendo mal en sectores que trabajan por una candidatura de Cristina Kirchner, y en caso de que no sea la expresidenta, irán por cualquier otra vertiente antes que las variantes que ofrecía la mesa del jueves. Escenario que sirve para describir lo estancada que están por ahora las negociaciones del schiarettismo con algunos sectores K de cara al 2019.