La gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, decidió que no se dará la vacuna hasta que la Sputnik V esté aprobada para mayores de 60 años, algo que en Argentina aún no ocurrió pero sí en Rusia. Otros pares de la mandataria sí se la aplicaron, entre ellos, Axel Kicillof, Omar Gutiérrez y Raúl Jalil. El presidente, Alberto Fernández, y el ministro de Salud, Ginés González García, esperan también que los papeles sobre la Fase 3 en adultos mayores esté avalada por la ANMAT.
En el gobierno aseguran que eso ocurrirá en los próximos días. El ministro González García reconoció este martes 29 de diciembre que Fernández está nervioso porque no llegan esos documentos, pero consideró que arribarán a la brevedad. "La eficacia en mayores de 60 se ha probado", dijo Ginés, quien analizó que se hizo sobre una población relativamente pequeña, y que les gustaría ampliar ese muestreo.
Objetivo "confianza"
La vacunación de las autoridades políticas tiene por objetivo generar confianza y disipar las dudas sobre posibles efectos adversos de la vacuna rusa, cuestionada, hasta ahora, con poca información. En Estados Unidos, un gesto similar tuvieron republicanos y demócratas, al anunciar tanto Obama, como Bush y Clinton que se aplicarían la vacuna de Pfizer para transmitir confianza en la población.
Tal como publicó PERFIL, González García dijo este martes 29 de diciembre que pese a la vacunación "habrá que seguir cuidándose mucho". "Hasta que la vacuna haga efecto en el sentido comunitario van a pasar unos meses", explicó. Y agregó: "Nuestra misión es devolverle futuro a la Patria".
El ministro de Salud, Fernán Quirós, confirmó además que en la ciudad de Buenos Aires se duplicaron los casos por coronavirus y anunció que harán un seguimiento a todos los que reciban la dosis para estar atentos "a los potenciales efectos adversos". "En los últimos 15 días de unos 300 casos promedio pasamos a 600 casos por día, un aumento que se debe cuidar y atender", indicó Quirós.
MC