Los años de auge de la aristocracia argentina del siglo XX dejaron no solo una ciudad plagada de historias, sino joyas arquitectónicas en pleno centro porteño. Así, uno de los grandes vestigios del estilo de vida de la élite del país es la Mansión Estrugamou, conocida como la Casa Basavilbaso, que se convirtió en la construcción más cara de Buenos Aires y lleva al menos tres años a la venta.
Con un diseño en estilo de Art Noveau, la millonaria casa se construyó en 1905 a pedido de la familia Estrugamou en Retiro, edificación en la que se puede ver la fuerte influencia del barroco francés. Actualmente, esta propiedad se encuentra a la venta por 10 millones de dólares.
Cómo es la casa
A pesar de su sofisticado diseño, se desconoce quién fue el arquitecto. La mansión cuenta con balcones con balaustradas, columnas jónicas, pisos de robles de Eslovenia, además de piezas de mármol y bronce por toda la casa.
Fiel al estilo de la época, el inmueble tiene techos altos, molduras y amplios ventanales. Además, cuenta con una escultura de hierro en su plata baja con la inscripción: “Val D’Osne 58 b-Voltaire París”, quien fue inventor de la técnica ornamental de hierro fundido, razón por la cual la pieza fue declarada de “interés cultural de la Ciudad”, de acuerdo con la información de La República Inmobiliaria.
Los salones de su planta baja fueron utilizados para ser espacio de reunión de los sectores de la alta sociedad, con su comedor, sala de pool y de música. El segundo piso, por otro lado, cuenta con ocho dormitorios y cuatro baños completos y lujosos, para la época.
La leyenda de la casa
Tal como sucede con las emblemáticas casas de la Ciudad de Buenos Aires, la Mansión Estrugamou guarda su propio misterio entre sus paredes, ya que se dice que existe o, por lo menos, habría tenido un túnel que la conectaba con el palacio de Arroyo y Esmeralda, que pertenecía a la misma familia, según la inmobiliaria.
Pese a que esta historia nunca llegó a confirmarse, no deja de ser parte de la mística del lugar. Algunas personas consideran al Palacio Estrugamou como el “hermano mayor” de la mansión.
La Casa Basavilbaso lleva unos 11 años deshabitada, desde que su último habitante perdió la vida, pero los herederos mantienen en condiciones el edificio, mientras esperan un comprador dispuesto a pagar lo que vale la propiedad.
RdC / MCP