Nervios, crispación y esa sensación de impotencia fue lo que dominó a los argentinos durante el primer tiempo cuando no había forma de entrarle a México y quebrar el planteo del Tata Martino. Hasta que apareció Angel Di María y en un pase milimétrico, que casi roza al árbitro, habilitó a Lionel Messi para que desde afuera del área y, sólo entre tanto mexicano, clavara el 1 a 0 para que la Selección argentina pasara a ganar el partido en Qatar. Claro que el gol no tuvo la épica del de Diego Maradona en el Mundial de México en 1986 a los ingleses, pero el pase de Di María fue tan importante como aquel que Héctor Enrique le diera a Diego para hacer el mejor gol de todos los mundiales.
Argentina venció a México por 2-0 y sueña con la clasificación a los octavos del Mundial de Qatar
“Lo dejé sólo”, había dicho el Negro Enrique con gran sentido del humor después de la apilada de D10S. Y tras 36 años volvió a suceder lo mismo pero con otros protagonistas.
Y hay una regla en el fútbol: cuando no se encuentran los espacios y el equipo no funciona aparecen las individualidades, esas que tienen los grandes equipos para marcar la diferencia. Di María es una de esas, que fue el único que intentó los mano a mano durante un primer tiempo horrible. Messi, indudablemente es la otra, porque se ubicó fuera de la medialuna y sacó un tremendo zurdazo lejos del esfuerzo de Ochoa. La otra estrella del partido fue Enzo Fernández que entró para reemplazar a Guido Rodríguez y rápidamente entendió cómo había que jugar un partido durísimo. Acuña generó un lateral ofensivo que le entregó a Messi. Leonel se la dio a Enzo que entró al área a pura gambeta, hizo un amague, un quiebre de cintura y sacó un derechazo combado que se coló en el ángulo izquierdo del arquero mexicano. Un golazo.
Argentina dio un paso importante para seguir en Qatar 2022 después de haber arrancado a los tumbos contra Arabia Saudita. Scaloni no sólo entendió que había que hacer cambios profundos sino que dio signos de madurez cuando en el segundo tiempo produjo una serie de modificaciones tácticas para ganar el partido.
Pero fue el “Fideo” el que, con su maravilloso pase, dejó sólo a Lionel para que todos los argentinos podamos seguir soñando colectivamente con un Mundial que amenazaba con dejarnos solos con toda la tristeza encima.
