En el desierto de Sonora, un lugar donde hace mucho calor, vive un sapo bastante grande que sale de su cueva cada verano y va saltando contento a buscar agua al río o al arroyo más cercano. El cuento infantil sigue adelante con la aparición del cazador (el villano es parte del menú). Hasta que en un momento la historia pasa a la categoría “adultos”: el sapo en cuestión tiene en su cuerpo una sustancia alucinógena y ese es el motivos por el que es tan codiciado y buscado.
Como el cactus saguaro y la tortuga del desierto, el sapo bufo (uno de sus nombres) es nativo de un infierno que este años fue noticia porque según la NASA alcanzó un cifra insólita de temperatura de 80,08 grados que lo convirtió en el lugar más caluroso de la Tierra.
Más allá de los efectos del cambio climático, además de otras intromisiones humanas en el territorio natural, por el momento el sapo bufo no está en peligro de extinción. Sin embargo, desde una asociación que lo protege, llamada “Salvemos a los Sapos”, advierten sobre un peligro concreto.
Se trata de los cazadores furtivos, que buscan a estos sapos por la sustancia que tienen en su cuerpo: un potente compuesto psicotrópico, llamado 5-MeO-DMT, que hace unos años ganó los titulares de los medios internacionales cuando un fotógrafo murió durante un ritual organizado por un actor y productor de pornografía.

El sapo bufo "caracteriza el Desierto de Sonora por el mero hecho de existir: si desaparecieran, nos empobreceríamos bioculturalmente", explica Robert Villa, presidente de la Sociedad Herpetológica de Tucson e investigador del Laboratorio del Desierto de Tucson.
Es unos de los sapos más grandes de EE. UU. Llega hasta los 17 centímetros de largo. Emerge para comer y reproducirse en los meses húmedos del verano. Se mueve hacia adonde encuentre agua: ríos, arroyos, bebederos de animales, piscinas o campos de golf.
Se hace escuchar con sus sonidos a la noche y en el septiembre del hemisferio norte vuelve a su guarida. Es el ciclo que se repite hace miles de años en grandes zonas, que incluyen al desierto mexicano de Sonora, el lugar donde en 2023 se llegaron a registrar temperaturas de más de 80 grados a nivel del suelo. También áreas de Phoenix y Tucson, en EE.UU.

Esa es la vida normal del sapo, alterada por la avidez de cazadores, lugareños y visitantes que los buscan para tener sus experiencias psicotrópicas con la sustancia que obtienen de las glándulas parótidas del animal.
Los cultores llaman al 5-MeO-DMT "la molécula divina" y describen los efectos como un "viaje en cohete al vacío". El interés por probar las sustancia surgió en los años 60, la época de la marea cultural de las experiencias alucinógenas. Repuntó en los 90 y empezó a mostrar una declinación ya en este siglo, cuando los proteccionistas lograron generar una de conciencia que no termina de ser suficiente.
En México la sustancia es legal. Por eso existen retiros de lujo donde se administra con fines curativos (se está estudiando actualmente como posible tratamiento de la depresión y la ansiedad), espirituales o recreativos. En Estados Unidos, en cambio, el 5-MeO-DMT está prohibido, categorizado como droga de la Lista 1 por la Agencia Antidroga.
Cuál es el primer país del mundo en usar hongos psicodélicos para tratar la depresión
¡No chupes ese sapo!
Con información y también con humor, el Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos (NPS) alertó sobre los peligros del sapo alucinógeno.
“Tienen unas glándulas parótidas que segregan una potente toxina. Estás loco si lo tocás o te llevás el veneno a la boca. Como siempre decimos sobre las cosas que uno encuentra en un parque nacional, sea una babosa, un hongo desconocido, o un sapo gigante con ojos brillantes en la profundidad de la noche, por favor, abstenerse de chuparlos”, publicó en la cuenta oficial de Facebook.
El actor porno, el “rito del sapo bufo” y la muerte de un fotógrafo
En julio de 2019, durante un rito en el pueblo valenciano de Enguera , el actor y productor español de cine porno Nacho Vidal, le sumnisitró la sustancia del sapo bufo al fotógrafo José Luis Abad, que murió durante la ceremonia. Vidal fue detenido y acusado por el delito de homicidio imprudente, junto a otras dos personas. En 2023 la Justicia lo exculpó al considerar que la víctima había consumido también otras drogas y no era solo "culpa" de esta sustancia.

El rito consiste en fumar bufantoína, la sustancia que se extrae del sapo de Sonora o bufo alvarius, los otros dos nombres del sapo bufo. Se fuma cristalizada, en una pipa de cristal. El “viaje” iniciático dura entre 15 y 20 minutos y produce alteraciones como taquicardia y pérdida del conocimiento, Pero es tan peligroso que en algunos casos puede producir la muerte. O ayudarla. El fotógrafo José Luis Abad murió en cuestión de minutos, por un infarto. A los 28 segundos ya se había desvanecido y no lo pudieron reanimar.
LT/ff