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Música clásica

Con Inteligencia Artificial se completó la sinfonía Nº 10 de Beethoven, y suena así

Un violonchelista demoró 10 años en crear un programa informático que compusiera una partitura y finalmente logró completar la obra que Beethoven dejó inconclusa en 1826.

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"Sinfonía 10 de Beethoven" | AFP

El director de orquesta Guillaume Berney levantó su batuta y la música empezó a sonar ante un público de entendidos. Todos querían escuchar –¡al fin, tras tantos intentos ajenos y decepcionantes!- cómo sonaba la sinfonía 10 que Ludwig Van Beethoven había dejado inconclusa al morir y que una computadora logró completar.

Y lo más sorprendente es que sonó increíblemente bien (ver video que acompaña esta nota) y el selecto auditorio de Lausana se sintió transportado a la Alemania de 1826.

La obra se llama BeethovANN 10.1 y fue “creada” gracias a un programa de inteligencia artificial. El sufijo "ANN" se refiere al acrónimo de Red Neuronal Artificial (ANN, en inglés), una de las formas de la inteligencia artificial.

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Detrás de este prodigio compositivo se encuentra Florian Colombo, un violonchelista que dedicó diez años de su vida profesional como músico al proyecto de enseñarle a una máquina cómo componer siguiendo el estilo de uno de los mayores músicos de la historia.

Educar la Inteligencia Artificial

Florian Colombo es violonchelista y además investigador informático de la prestigiosa Escuela Politécnica Federal de Lausana (en francés, École polytechnique fédérale de Lausanne), en Suiza. Durante una década, creó un programa informático que “educara” a las redes de neuronas artificiales con los 16 cuartetos de cuerda de Beethoven y sus acordes particulares. 

Luego le pidió a su criatura que compusiera, a partir de fragmentos, lo que habría podido convertirse en la 10ª sinfonía. Et voilà! El resultado es sobrecogedor.

"La idea es poder apretar el botón y tener la partitura completa para la orquesta sinfónica entera, sin más intervenciones que mi trabajo previo", explicó el investigador.

El 2 de septiembre pasado, Florian Colombo abrió el fichero Symphonie 10.1 en una gran pantalla y, con un solo clic, generó la partitura final para la obra, que duró apenas cinco minutos

Y este prodigio fue posible gracias a la codificación de unos pocos pentagramas que Beethoven dejó en una melodía propia, pero completados con la decodificación IA de las combinaciones sonoras de sus 16 cuartetos de cuerdas. 

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En cuanto la aplicación dio por terminada una partitura, la orquesta ensayó esa pieza mixta y absolutamente inédita durante un rato. Luego, el director Guillaume Berney hizo algunos ajustes armónicos y, esa misma noche, la presentó en un concierto. El corre-ve-y-dile fue tal que al día siguiente se repitió la presentación.

"Hay que entender que no es el resultado lo que cuenta, sino el proceso", explicó a AFP Guillaume Berney, el director de orquesta, unos días antes de que todo estuviera listo y de las vertiginosas presentaciones. 

"Es bastante genial ver esto, es como estar en la unidad de maternidad, es un nacimiento", afirmó el director de orquesta, con la partitura recién impresa en la mano. "En cuanto a lo que veo a nivel armónico, estamos más bien en la época de Beethoven, así que podemos decir que es un éxito", dijo sin ocultar su orgullo. "Hay algunas cosas que están muy bien, otras que están fuera del estilo pero es agradable. Quizá le falta la chispa del genio", señaló el director de orquesta en un rapto que amasaba dos cucharadas de modestia con 1 kilogramo de envidia.

Florian Colombo también confesó abiertamente su "emoción", pero no dejó de lado el copyright: "Hay un toque de Beethoven pero esto es verdaderamente BeethovANN, es algo por descubrir", apuntó y viendo un horizonte profesional que podría ser millonario

El investigador informático tiene en sus manos una innovadora empresa emergente, que le permitirá "aportar esas herramientas a los músicos profesionales, a los aficionados, a las orquestas, para que todo el mundo [...] pueda componer de manera lúdica [...] o crear partituras a la medida de necesidades específicas".

Y si alguien cree que, de haberla escuchado, Beethoven alzaría una ceja con aire de superioridad, Guillaume Berney le responde en AFP: "Esto no es en absoluto ofensivo. Los compositores de la época eran todos vanguardistas. Siempre buscaban nuevas formas de hacer las cosas".

MM CP