Con un intenso movimiento de camiones y fletes edsde hora temprana, comenzó este sábado 16 de mayo la primera jornada en la que estuvieron habilitadas las mudanzas en la ciudad de Buenos Aires, una modalidad que, si no hay nuevas disposiciones que endurezcan la situación, solo podrán hacerse los días de fines de semana en lo que reste de la cuarentena por el coronvirus.
"Es el primer día de trabajo después de mucho tiempo. Arrancamos a las 7 pero vamos a estar, por lo menos, hasta las 15”, decían trabajadores de una empresa que hacía un mudanza de una empresa que estaba haciendo una mudanza en Libertador al 8000 a la agencia Télam. Esa postal, y la de muchos chicos habilitados para dar un pase cerca de sus casas con sus padres, se repetía en múltiples puntos de la Ciudad, ya que el aislamiento obligatorio impuesto por el Gobierno por la pandemia había postergado centenares de movimientos de muebles, y este sábado mucha gente trataba de mudarse antes de que la cuarentena pudiera volver a endurecerse.
"Desinfectamos todo rociando con alcohol, todas esas medidas de prevención dificultan el trabajo y se tarda más., pero son necesarias", dijeron los empleados en plena tarea, contando las dificultades que imponía tener que subir escaleras con muebles y otras cosas pesadas, usando tapabocas: "con los barbijos cuesta respirar, pero tratamos de hacerlo lo mejor posible", agregaron.
"La verdad, estábamos desesperados por volver a trabajar", admitieron los trabajadores consultados, contando que "durante este tiempo "apenas pudimos hacer algunas changas, pero fueron dos meses muy bravos".
"Hay que destacar que el permiso que tenemos para trabajar ya nos lo pidió la policía dos veces, están controlando mucho", señalaron los trabajadores, antes de seguir con su tarea.
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En tanto, sobre la calle Juana Azurduy al 2100,, en el barrio de Núñez, otros cinco hombres trabajaban también en una mudanza, usando todos los elementos de prevención y tratando de mantener la "distancia social" entre ellos: "Empezamos muy temprano y esta es una de las cinco mudanzas que tenemos hoy. Somos una empresa chica. En general un sábado tenemos una o dos, pero hoy somos cinco", contó a esta agencia Guillermo, el encargado de ese equipo de trabajo.
"Nos partió al medio la cuarentena. Dos meses sin trabajo es no tener ingresos para nosotros”, añadió el trabajador, señalando que muchos de sus clientes "quedaron colgados cuando empezó la cuarentena sin poder hacer mudanzas y debieron pagar doble alquiler este dos meses".
La actividad de fletes y mudanzas había quedado vedada desde el 20 de marzo pasado, cuando el presidente Alberto Fernández anunció el aislamiento social preventivo y obligatorio ante el avance de la pandemia de coronavirus.
HB
